Esta noche de viernes se presenta con una suculenta propuesta para los que todavía no hayan visto esta singular película del realizador de Gladiator. Se trata de una de las aventuras espaciales más ingeniosas jamás vistas en la gran pantalla, una joya de la ciencia ficción que responde al título de Marte (The Martian).
En ella, Matt Damon encarna al astronauta y botánico Mark Watney, quien tras quedar abandonado en Marte después de una gigantesca tormenta es dado por muerto por su tripulación. Pero, contra todo pronóstico, Watney sobrevive, y lo que sucede a continuación es un desafiante ejercicio de ingenio.
La película destaca no solo por su espectacular ambientación, algo inevitable teniendo en cuenta quién está detrás de la cámara, mostrando unos paisajes marcianos recreados con extremo detalle gracias a la pericia técnica de Scott y a la estrecha colaboración del equipo con la NASA.
Más allá de los efectos especiales
En esta aventura, Watney deberá cultivar alimentos, generar agua y comunicarse con la Tierra mientras el mundo observa y se une para rescatarlo en una carrera contrarreloj. Una historia que mezcla ciencia, humor, supervivencia y un optimismo algo inusual en el género. Damon muestra a un personaje vulnerable, pero resiliente, siempre con una sonrisa en los labios, que le ayuda a enfrentar las situaciones más adversas sin rendirse en ningún momento.
Verla hoy en televisión es recordar que el cine a gran escala también puede ser el marco perfecto para contar historias más intimistas, como es el caso de esta propuesta que este mes cumple diez años. Si buscas entretenimiento, reflexión y el subidón de realizar un viaje por el espacio a través de un personaje lleno de inventiva capaz de sacar agua de una piedra, esta película es para ti.
Basada en la novela homónima de Andy Weir, se convirtió en uno de los mayores éxitos de 2015 gracias a su equilibrio entre rigor científico y entretenimiento. Ridley Scott recuperó aquí la mejor versión de sí mismo, la del narrador que sabe convertir la épica en algo íntimo. En lugar de héroes imposibles, Marte (The Martian) propone un protagonista que vence con inteligencia, paciencia y sentido del humor.