El economista y político Mario Draghi pronuncia un discurso tras recibir el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, este viernes en el Teatro Campoamor de Oviedo Chema Moya | EFE
El galardonado ha recordado que su compromiso con el proyecto europeo comenzó en los años noventa, durante las negociaciones del Tratado de Maastricht, y que desde entonces ha considerado «construir Europa» la misión central de su vida profesional
24 oct 2025 . Actualizado a las 19:23 h.
El economista y ex primer ministro italiano Mario Draghi, Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2025, ha abogado este viernes en Oviedo por un «nuevo federalismo pragmático» como única vía para que Europa pueda responder con eficacia a los desafíos de un mundo en rápida transformación, marcado por el proteccionismo, la inestabilidad geopolítica y la competencia tecnológica global.
«Por deseable que fuera una auténtica federación, los desafíos que enfrentamos son demasiado urgentes como para esperar a que surjan las condiciones políticas necesarias», ha advertido Draghi en su discurso durante la ceremonia de entrega de los premios, celebrada en el Teatro Campoamor, en presencia de los reyes Felipe y Letizia y de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
El galardonado ha recordado que su compromiso con el proyecto europeo comenzó en los años noventa, durante las negociaciones del Tratado de Maastricht, y que desde entonces —como responsable del Tesoro italiano, presidente del Banco Central Europeo y primer ministro— ha considerado «construir Europa» la misión central de su vida profesional.
Sin embargo, ha reconocido que las perspectivas actuales son «las más difíciles que pueda recordar», con «casi todos los principios sobre los que se fundó la Unión tensionados». «Construimos nuestra prosperidad sobre la apertura y el multilateralismo, pero hoy nos enfrentamos al proteccionismo y la acción unilateral», ha lamentado.
En su intervención, Draghi ha cuestionado la inercia de una Unión Europea «cuyo sistema de gobernanza no ha cambiado desde 2007» y que, según ha dicho, «ya no puede hacer frente a las exigencias del momento». Ha denunciado que las competencias nacionales han quedado «desfasadas ante problemas que exigen soluciones comunes», desde la defensa hasta la seguridad energética o las tecnologías punteras, y que Europa sigue sin contar con «un mandato compartido, respaldado por los ciudadanos, para actuar conjuntamente».
El ex presidente del BCE ha propuesto un modelo alternativo, un federalismo «basado en cuestiones concretas, flexible y capaz de actuar al margen de los mecanismos más lentos de la UE». Ese nuevo marco se construiría «mediante coaliciones de países dispuestos», agrupados en torno a intereses estratégicos comunes, sin necesidad de que todos los Estados avancen al mismo ritmo.
«Imaginemos que los países con sectores tecnológicos fuertes acuerden un régimen común que permita escalar sus empresas rápidamente, o que las naciones con industrias de defensa avanzadas unan sus esfuerzos en investigación y adquisiciones conjuntas», ha sugerido, al tiempo que ha defendido la inversión colectiva en sectores críticos como los semiconductores o las infraestructuras energéticas.
Para Draghi, este federalismo pragmático no solo permitiría a Europa actuar «con la velocidad, escala e intensidad de otras potencias globales», sino también «renovar su impulso democrático». La clave, ha dicho, estaría en que los gobiernos nacionales obtuvieran el apoyo ciudadano para objetivos compartidos específicos, generando «una construcción de propósito común de abajo hacia arriba».
«Una Europa donde los jóvenes vean su futuro. Una Europa que se niega a ser pisoteada. Una Europa que actúe no por miedo al declive, sino por orgullo de lo que aún puede lograr», ha proclamado Draghi al cierre de su intervención, confiado en la capacidad del continente para renovarse si sus líderes y ciudadanos «creen de nuevo en ella».
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