El ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) volvió a mostrar la precariedad e improvisación con que el régimen enfrenta la grave crisis epidemiológica que atraviesa el país.
En medio de la expansión simultánea del dengue, el chikungunya y otras arbovirosis, las autoridades sanitarias han llegado al extremo de recomendar a la población “cubrir el cuerpo” como medida preventiva ante la falta de repelentes y recursos básicos para contolar al mosquito Aedes aegypti.
Durante un reporte transmitido por el Noticiero Nacional de la Televisión (NTV), la viceministra del MINSAP, Carilda Peña García, reconoció que “el complejo escenario económico del país no permite la adquisición de todos los insumos necesarios para la lucha antibacterial de forma masiva”.
En otras palabras: no hay recursos para fumigar ni para garantizar la protección mínima de la población, pero los medios oficialistas mantienen el habitual tono triunfalista, celebrando “las fortalezas del sistema cubano de salud pública, reconocidas internacionalmente”.
Fumigación a medias y “carros del humo”
Las cifras de “carros de humo” y “bazucas” ofrecidas por Peña García resultan insignificantes para aplicar tratamientos adulticidas frente a un brote que afecta a todo el territorio nacional, con “una tasa de 24,3 casos por cada 100,000 habitantes”, según datos del propio MINSAP.
La viceministra admitió que solo se fumiga “en los estratos de mayor intensidad y donde hay evidencia de transmisión”, una forma diplomática de reconocer que no hay combustible ni insecticida suficiente para cubrir toda la isla.
Una epidemia fuera de control
En la misma conferencia de prensa, otro viceministro, Reynol Delfín García Moreiro, informó que en Cuba circulan actualmente nueve virus respiratorios y digestivos adicionales, lo que agrava el panorama sanitario y la saturación hospitalaria.
“Podemos encontrarnos con un niño o un adulto con fiebre, diarrea y secreción nasal, que tenga dengue, chikungunya y además influenza”, reconoció.
Pese a la gravedad del escenario, el MINSAP insistió en que el país cuenta con los “recursos necesarios” para enfrentar la situación “de manera direccionada”, una afirmación que contrasta con la realidad cotidiana de los cubanos: farmacias desabastecidas, hospitales sin insumos, ausencia de repelentes en moneda nacional y productos básicos solo disponibles en tiendas en dólares.
“Cubrir el cuerpo”: El nuevo remedio oficial
Ante la imposibilidad de garantizar repelentes o fumigación efectiva, el reporte del NTV cerró con una recomendación insólita: mantener vestuarios que permitan cubrir la mayor parte del cuerpo para evitar las picaduras del mosquito transmisor.
La sugerencia, que ha provocado indignación y burlas en redes sociales, evidencia la hipocresía e impotencia del régimen, que en lugar de asumir su responsabilidad por la falta de planificación y recursos, traslada la carga de la prevención a una población exhausta, hambrienta, enferma y sin alternativas.
Mientras tanto, las autoridades repiten el viejo eslogan de que “la fortaleza del sistema de salud cubano es reconocida internacionalmente”, un discurso vacío que contrasta con el deterioro real de los hospitales, la falta de medicamentos y la incapacidad del Estado para controlar un brote que ya se ha cobrado vidas en silencio.