Es una gran desconocida, pero por encima de legendarias ascensiones y carreteras que son templos del cicloturismo a nivel mundial, como Sa Calobra o el Puig Major, una ascensión muy próxima a Palma es, para quienes la han logrado coronar, la más dura de las que se pueden encontrar a lo largo de la red viaria de Mallorca. Escondida en un cruce en la carretera de Puigpunyent (a la altura del kilómetro 7’7), a las faldas de la Serra de Tramuntana, se encuentra el desvío hacia Sobremunt, señalizado con un discreto cartel de madera y una flecha que marca el camino hacia todo un desafío ciclista.
Es el principal acceso hacia una zona boscosa, habitada de forma aislada. Una carretera de 7’25 kilómetros, estrecha, rodeada de vegetación y que propone un desafío entre los kilómetros 2 y 5 de manera especial -aunque hasta coronar sigue ‘picando’ hacia arriba, con rampas de porcentaje medio del 11% y algunas que superan hasta el 20%, unidas a un asfalto roto e irregular, trazan una ascensión apta para quien tiene buenas ‘patas’ y para nada en las horas centrales del día. Se asciende hasta los 686 metros de altitud con una media total del 8’03% y el tráfico rodado es escaso, lo que hace más segura la ascensión y, especialmente, la bajada.
Altimetría de la subida a Sobremunt. Foto: www.altimetrias.net
Diferentes blogs, páginas webs especializadas e incluso programas de canales temáticos dedicados al ciclismo se han hecho eco de la ascensión a Sobremunt y su dureza, saliendo de las tradicionales rutas que llevan a los miles de cicloturistas que visitan Mallorca durante el año a escenarios icónicos y más transitados como Sa Calobra, Puig Major, Coll de Sa Batalla o de Sóller o el faro de Formentor, con la carretera despejada entre junio y septiembre por las restricciones de tráfico desde la playa.
Iconos mundiales
Si Sobremunt es la subida en bicicleta más dura de Mallorca, otras no se quedan atrás, aunque son más populares. Gracias en buena medida a su espectacularidad, pero a su impacto también en las redes sociales, donde las imágenes de sus rampas, curvas o paisajes dan la vuelta al mundo en cuestión de segundos en forma de fotografía o video.
Sa Calobra es, sin duda la más conocida. La magia de su entorno, el trazado único de su recorrido a lo largo de 10’1 kilómetros entre el mundialmente conocido y único ‘Nus de Sa Corbata’ y el pequeño núcleo y puerto de la costa norte de la Serra, antesala del espectacular Torrent de Pareis. Una media del 6’95% de pendiente, un desnivel acumulado de 706 metros y unos kilómetros finales exigentes, en los que se acumula la mayor dureza, son un deleite para el ciclista y sus ojos. Con el único hándicap del volumen de tráfico que soporta en algunas franjas horarias y temporales.
El Puig Major, en su vertiente sur, desde Sóller (14’5 kilómetros al 5’9% de pendiente media), el Port des Canonge (4’9 kilómetros al 6’5%) o el Port de Valldemossa (5 kilómetros al 7’3%) son otras subidas a tener en cuenta.
De la misma manera que otra ascensión desconocida para muchos ciclistas y cuya magia reside en parte en ello. Lassarell, en Pollença, plantea 3’7 kilómetros de escalada al 7’1% de pendiente media, con topes de hasta el 17% y un final con unos 1.500 metros de máxima exigencia para las piernas del cicloturista.