Pues, finalmente, parece que es verdad: según la revista People, Pamela Anderson y Liam Neeson se enamoraron durante el rodaje de Agárralo como puedas y ahora son pareja. Aunque el actor y la actriz no se han pronunciado al respecto, es cierto que ambos se han echado flores a granel durante la promoción del filme, con él elogiando la profesionalidad de su compañera y ella describiendo al gigante irlandés como «un perfecto caballero». 

Más allá de la suspicacia que puedan despertar los mecanismos promocionales de Hollywood, lo cierto es que la noticia es de las que dan calorcito en el alma. Para empezar porque, después de haber conocido de cerca a sujetos como Tommy Lee, Pamela Anderson se merece estar con un señor en condiciones junto al que disfrutar de su renacida carrera. Y, para seguir, porque Liam Neeson ha cargado con una de las historias de amor más trágicas del cine contemporáneo. 

Quince años de matrimonio

Nacido en Ballymena (Irlanda del Norte) dentro de una familia católica y de clase obrera, Liam Neeson vivió su infancia y juventud como «un ciudadano de segunda» durante los años más turbulentos del conflicto norirlandés. Sus andanzas juveniles podrían haberle granjeado un futuro como boxeador, como futbolista, como operario en la fábrica de cerveza Guinness o como científico (estudió una doble titulación de Física e Ingeniería informática, aunque no la llegó a terminar).

Sin padrinos en el oficio ni estudios de interpretación, Neeson se labró su ascenso cinematográfico a base de tesón, buena suerte, pequeños papeles… y la ayuda de Helen Mirren, su pareja de entonces, a la que había conocido durante el rodaje de Excalibur (1981). Él siempre ha admitido que su ex, por entonces ya una estrella en Reino Unido, fue la gran impulsora de una carrera que no terminaba de despegar. 

Tras romper con Mirren, Liam Neeson volvió a los titulares debido a una breve relación con Barbra Streisand a principios de los 90. Y en 1993, el mismo año en el que La lista de Schindler le convertía en un actor consagrado, conoció a Natasha Richardson: miembro de un linaje estelar (de sus padres Vanessa Redgrave y Tony Richardson a sus abuelos Michael Redgrave y Rachel Kempson), la actriz tal vez fuese demasiado posh como para fijarse en aquel irlandés grandullón… o tal vez no. 

Y, al final, resultó que no: en 1994, Richardson y Neeson contrajeron un matrimonio que dio dos hijos (uno de ellos, el también actor Micheál Richardson) y que estuvo desde el principio en el punto de mira de los tabloides. En 1998, sin ir más lejos, la pareja ganó un pleito por difamación contra el Daily Mirror después de que este periódico publicase rumores sobre un posible divorcio. La pareja donó la indemnización a las víctimas del atentado de Omagh.

Pese a las maledicencias, el matrimonio de Liam Neeson y Natasha Richardson duró una década y media. Y podría haber durado más si, en 2009, no se hubiera truncado de forma tan inesperada como trágica: aquel fue el año en el que la actriz murió dos días después de haber sufrido un accidente de esquí en Mont Tremblant, cerca de Montreal. Tenía 45 años. 

Un dolor discreto

Decir que Liam Neeson quedó destrozado tras la muerte de su mujer es quedarse corto. Sin embargo, no dejó de trabajar: todo lo contrario. El éxito de Venganza en 2008 había revivido su popularidad, de modo que a partir de entonces le vimos en películas de todo tipo, algunas mejores (Infierno blanco, La guerra de los mundos, Batman Begins…) y otras peores. 

La razón de dicho ritmo incansable era un secreto a voces: empalmando un rodaje con otro, Neeson evitaba pensar en su viudez. Por entonces, además, el actor llevaba la vida de un alcohólico funcional. «Bebía demasiado», confesó en 2024. «Empezó con la muerte de mi mujer: dejarme llevar era fácil. Nunca lo hacía en el trabajo, pero ¿por las noches? Entonces llegaba a las dos botellas de vino». 

En 2013, sin embargo, Neeson dejó de beber. Y, salvo por una relación muy poco publicitada con la empresaria Freya St. Johnston, se mantuvo también lo más lejos posible del papel cuché. Su presunto romance con Pamela Anderson ha supuesto el fin de estos doce años de discreción. 

Ahora, Anderson ha declarado que Neeson y ella se llevaron bien desde que se conocieron en el plató: «Nos gustan los libros y reírnos juntos», asegura. Palabras que hacen augurarle lo mejor a la posible pareja.