La NBA se dispone a descubrir de lo que es capaz Tiago Splitter como entrenador. Ganador del título como jugador en 2014 cuando militaba … en los Spurs, esta noche ha hecho su redebut en la Liga Norteamericana. El exbaskonista afrontaba su estreno como técnico principal de un equipo y su balance no ha podido ser mejor. Sus Portland Trail Blazers, repletos de bajas y golpeados por el escándalo de las partidas de póquer clandestinas y apuestas ilegales, han arrollado a los Warriors.

El brasileño fue recibido en el vestuario con todos los honores, bañado en agua por sus jugadores. «Estoy feliz de ver a mis chicos sonreír. Más que pensar en mí, pensaba en ellos», expresó el técnico en rueda de prensa. Splitter reveló que no había podido hablar con Chauncey Billups desde que este fuera arrestado por el FBI por su presunta participación en partidas de póquer ilegales que reportaban millones de dólares de ganancias. Su detención propició el salto de la leyenda del Baskonia, que había recalado este verano en Portland como asistente.

«Sinceramente, fue un momento difícil. Pero tengo que hacer mi trabajo. He estado en esta posición en un nivel diferente. Pero también, en cierto modo, con ganas de demostrar mis habilidades y liderar un equipo», expuso tras la victoria. Sin poder contar con la gran estrella de los Blazers, Damian Lillard, y dos jugadores importantes como Scoot Henderson, nº 3 del Draft de 2023, y Robert Williams III, Portland maniató a los Warriors de Curry, autor de 35 puntos, Butler y Draymon Green.

Splitter ya dejó muestras del baloncesto rápido y dinámico que abanderó el año pasado en París en su debut al máximo nivel en los banquillos. «Siendo honesto, ya implementé algunas cosas al llegar aquí hace como dos meses. Como el ritmo al que jugamos. Hicimos lo mismo el año pasado con París. La rotación es similar. Así que intentamos jugar de esa manera, agresivos», explicó a la prensa. Un estilo por el que empieza a recibir también muchos elogios al otro lado del Atlántico.

El brasileño echó raíces allí tras salir del Baskonia en 2010. Como jugador, se retiró de forma prematura en 2018 debido a una permanente lesión de cadera, pero se quedó en Estados Unidos para labrarse un camino como entrenador. De inicio, se desempeñó como asistente de los Brooklyn Nets (2019-2023) y Houston Rockets (2023-24), para después dar el salto a la Euroliga y ser el entrenador del París. El desafío terminó de forma extraordinaria, con doblete en Francia y la etiqueta de revelación continental. Pese a recibir muchas propuestas en Europa, optó por volver a la NBA en busca de la oportunidad de la que ahora dispone. Aunque por ahora sea de forma interina, triunfos así refuerzan su candidatura a afianzarse en el cargo y asumir las riendas del equipo. En sus filas cuenta con el exbaskonista Sidy Cissoko, sin minutos en el inicio de su tercera campaña en la Liga Norteamericana.