Iván Benito

Sábado, 25 de octubre 2025, 18:02

| Actualizado 20:15h.

La Orbea Gravel es la denominación de origen del ciclismo en la Rioja Alavesa. El maridaje perfecto entre deporte, turismo, historia y vino. Una marcha cicloturista patrocinada por EL CORREO que rueda desde 2022 y que cuenta sus ediciones por éxitos de participación. 1.500 corredores (cupo completo) y sus acompañantes (más de mil) llegan atraídos por el casco antiguo milenario y medieval de Laguardia, el dolmen de La Hechicera, las iglesias de Elciego y Elvillar… y las mejores bodegas de la comarca. Ninguna otra prueba te garantiza sumergirte en bicicleta en el interior de los manantiales de donde emana el vino.

Las sonrisas brotan solas, por el mero ambiente familiar y cooperativo que se crea a lo largo de un fin de semana repleto de experiencias. También sobre la bici. Nada alegra más a un ciclista que un parte meteorológico adverso esté equivocado. A las 10 de la mañana en Laguardia, cuando se daba la salida, se esperaba lluvia y frío. Todos los participantes, con perneras y ropa de abrigo, reían al ver que la nube gris que encapotaba el cielo les daría margen para completar tanto el recorrido de 102 kilómetros como el de 52.

La Orbea Gravel es también el fin de fiesta del cicloturismo. El cambio de hora, que resta 60 minutos de luz por las tardes, supone la conclusión de la temporada para muchos. Es uno de los motivos por los que la organización escoge el último fin de semana de octubre. El otro es la asociación entre los tonos verdes, marrones y rojizos del mar de viñedos que, como en el ciclismo, rebajarán durante unos meses su trabajo intensivo entre el invierno y la humedad del Ebro.

El blanco aparece en escena con las nubes bajas que envuelven la imponente Sierra de Cantabria. Desde arriba, la Rioja Alavesa parece plana como una encimera. La altura adultera la realidad. «No hay un metro llano», describió al finalizar el embajador de la cuarta edición de la marcha, Carlos Gurpegui. El exjugador del Athletic portó el dorsal 2, ya que el número uno le corresponde a Sabin, el hermano de Amaia Goirigolzarri, activista por la sanidad fallecida en 2023 tras una larga enfermedad que no le impidió ser una inspiración vital.

El exfutbolista navarro, ahora entrenador, quedó fascinado con el recorrido pese a que todo le era familiar. Su padre tenía viñas en Andosilla. Ya conocía la Rioja Alavesa de algunas de sus primeras escapadas con su mujer y posteriormente por su amistad con uno de sus mejores embajadores, Óscar de Marcos. Amante también del ciclismo, se plantó en la salida junto a su esposa y sus tres hijos, que también participaron. La ciclista riojana del Movistar Sheyla Gutiérrez y los ya retirados Omar Fraile y Haimar Zubeldia fueron otros de los ilustres de la cita.

El 88% de los inscritos llegan de fuera del País Vasco, algunos del extranjero como la comitiva de 12 dirigentes del equipo Lotto. Su maillot rojo fue a juego la indumentaria distintiva color vino. Una prenda identitaria con claroscuros que sirve como un recuerdo imborrable de la prueba con inicio y final en uno de los pueblos más bonitos de España.

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