Un faro despuntará con su luz en el recinto Expo desde 2027 y transformará el skyline de Zaragoza. Es la promesa que recoge el proyecto de la consultora aragonesa Oboria Digital para la nueva fachada de la Torre del Agua. Contará con una pantalla digital con 9.400 luminarias led que permitirá proyectar imágenes en movimiento a alta resolución a 800 metros de distancia con un sistema similar al que se utiliza hoy en el rascacielos más alto del mundo, el Burj Khalifa, diseñado igualmente por la empresa zaragozana.
“Una fachada digital de estas dimensiones no la hay en España ni en Europa. Hay que tener en cuenta que son 23 plantas y una superficie de 8.500 metros cuadrados, lo que supone una altura a iluminar de 67 metros”, señala uno de los directivos de Oboria a este diario sobre el proyecto que presentaron la semana pasada a Expo Zaragoza Empresarial, que sacará a licitación por 5,26 millones de euros las obras necesarias para instalar el sistema. Como uno de los objetivos principales es convertir la Torre del Agua en un icono nocturno de la ciudad que da la bienvenida a Zaragoza se ha diseñado para que la distancia óptima de visionado se sitúe alrededor de los 800 metros, aunque será «perfectamente legible» a un kilómetro y medio de distancia.
«Desde estas distancias, la torre tendrá la capacidad de reproducir vídeo a una calidad muy elevada para una fachada digital. Es parecido a la que tiene el Burj Khalifa en Dubái, pues, entre otras cosas, el sistema que se ha planteado es muy similar, y su extensión es casi la mitad de la del edificio más alto del mundo», apuntan desde la compañía fundada por el zaragozano Miguel Fontgivell.
Para aquellos que se acerquen más al edificio, es decir, por debajo de esos 800 metros de distancia, los diseñadores han puesto el realce de la propia arquitectura a través de una configuación en la que únicamente se utilizan aquellos elementos que acentúan el dinamismo de la propia torre en la concepción con la que Enrique de Teresa la diseñó en 2008. Para ello se trabajará con el equipo de arquitectura, formado por el propio profesional vallisoletano, Pablo de la Cal y la ingeniera Pilar Pecó, en la fase de ejecución.
Dos salas técnicas y una de control
La cadena de luminarias se pilotará desde dos salas técnicas (ubicadas en las plantas 7 y 17) y otra de control (en la planta 1), aunque existe la posibilidad de accionarlo en remoto. La complejidad de las imágenes en movimiento obliga a crear ex profeso los contenidos que se vayan a emitir para la fachada, sean promocionales o publicitarios. Esa es una parte clave a tener en cuenta, dado que tendrá que haber un equipo gestionando la pantalla del mismo modo que ocurre con un equipo de zaragozanos que todavía trabaja con el sistema del Burj Khalifa para sacar el máximo partido a los contenidos que se diseñan.
El proyecto contempla una intervención con dos capas de luminarias. Las principales se instalarán sobre el muro cortina de cristal, donde hay unas estructuras de metal sobre las que se anclará el sistema. Además, una red de micropantallas secundarias se van a colocar adheridas a los cristales. La solución técnica elegida es la luminaria led RGB, que permite el encendido y el apagado a voluntad. Desde Oboria destacan que se ha intentado priorizar «la integración funcional y estética sin intervenir en el edificio». «Hemos sido lo más respetuosos posible con el diseño original de Enrique de Teresa», apuntan desde la compañía.
La consultora aragonesa salió a la palestra con el megalómano proyecto de La Esfera de Las Vegas, con el que la comparativa es útil para poner en contexto lo que se quiere llevar a cabo con la fachada del futuro Faro de la Logística. «Este sistema se ha planteado con una profundidad de color y una velocidad de refresco superior a la que se instaló en la esfera de Las Vegas, y aunque la resolución es inferior a esta, se trata de un proyecto puntero en muchos aspectos», señalan desde Oboria.
Oboria presentó tres alternativas a la sociedad Expo Zaragoza Empresarial, según la ambición a la que aspirase el Ejecutivo aragonés. La primera rondaba los tres millones de euros y la más cara se iba por encima de nueve. Finalmente, se optó por la vía intermedia, que ha fructificado en una licitación de obras por valor de 5,26 millones. En 2027, la Torre del Agua volverá a la vida con una iluminación digna de su resurrección.