El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, acompañó a la periodista Maribel Vilaplana con la que comió el 29 de octubre, el día de la dana, hasta un aparcamiento cercano al restaurante El Ventorro, donde ella tenía aparcado el coche. Es la última versión sobre los pasos del jefe del Consell durante aquella fatídica tarde, pasos envueltos en incógnitas y detalles que se han ocultado durante casi un año. Una fuente autorizada por la comunicadora ha confirmado este domingo a este periódico que, tras acabar la larga sobremesa de casi cuatro horas, Mazón la acompañó sobre las 18.45 horas hasta el cercano párking público, situado en la Glorieta de la Paz, a menos de cinco minutos andando desde el establecimiento.

Este dato, desvelado hoy por el diario Levante EMV, y confirmado por el entorno del presidente, viene a corregir el itinerario que el propio Mazón trazó recientemente sobre sus movimientos en un nuevo giro del relato oficial sobre la actuación del presidente valenciano aquella tarde en que murieron 229 personas que abunda en cambios de versiones, imprecisiones y silencios

También incorpora una escala desconocida en su periplo por el centro de Valencia con la que el president gana apenas unos minutos a su hora oscura, entre las 18.45 y las 19.45, aproximadamente. Esta coincidió con un momento crucial de la catástrofe, un intervalo de tiempo en el que murieron 80 personas en las inundaciones, según el análisis del sumario elaborado por este periódico, un periodo que incluye 37 minutos (desde las 18.57 a las 19.34) en los que Mazón no llamó a nadie, como constata su propio listado telefónico entregado a la comisión de la dana de las Cortes Valencianas, y en el que se desconoce el paradero

El president llegó al Palau de la Generalitat aquella tarde del 29 de octubre en torno a las 19.45, según asegura un testigo a este periódico y corroboran dos fuentes conocedoras de los hechos. Su paso fue muy fugaz, estuvo unos minutos y se marchó en seguida sobre las 20 horas al Cecopi, que coordenaba la emergencia desde el Centro de L’Eliana, a unos 20 kilómetros de la sede del Consell.

No obstante, Mazón y su equipo siempre han dicho que Mazón estuvo en el Palau “trabajando” y “haciendo llamadas”, después de la comida y antes de desplazarse al Cecopi. Pero nunca han aportado ninguna prueba y siempre han evitado entrar en detalles de la hora, así como responder sobre su paradero en un momento concreto.

“¿Donde estuvo Mazón», se preguntaba a propósito de esa hora oscura en una entrevista publicada el pasado 9 de octubre en Las Provincias. “Pues lo que siempre he dicho se lo vuelvo a decir. De la calle Bonaire se pasa a la calle de la Paz, de ahí a la plaza de la Reina, se cruza la calle Miguelete, luego se llega a la Plaza de la Virgen, a la calle Caballeros y al Palau”, se responde.

El presidente omitió en su trayecto la visita al aparcamiento. Desde la calle Bonaire, donde se encuentra El Ventorro, tuvo que atravesar como mínimo dos calles hasta llegar al citado párking, que se sitúo en dirección opuesta a la del Palau de la Generalitat.

Ahora, en la última versión, Mazón se va caminando al Palau, pero ya no desde la calle Bonaire y después de acabar la larga sobremesa, sino después de despedir a Vilaplana en el aparcamiento de la plaza de la Paz, según recoge El Mundo de fuentes de su entorno.

La fuente autorizada de Vilaplana señala que, con anterioridad, no se había hecho referencia al acompañamiento hasta el aparcamiento porque no le dieron relevancia y fue un gesto normal, de cortesía. No puede responder a la pregunta de cuánto tiempo estuvieron hablando en la puerta del párking y se remiten a la declaración como testigo que la periodista realizará ante Nuria Ruiz Torralba, la jueza que instruye la causa penal por presuntos homicidios imprudentes. Tampoco la propia Vilaplana hizo ninguna alusión a ello en la carta que publicó el 5 de septiembr, si bien desvelaba en ella que se marchó una hora después del restaurante de que lo había dicho inicialmente.

Estos minutos de acompañamiento de Mazón no son suficientes para explicar la llegada al Palau de la generalitat sobre las 19.45, porque desde la Glorieta de la Paz hasta la sede del Consell hay unos 12 minutos andando a un ritmo tranquilo, incluso reconectando con la calle de la Paz para continuar por el itinerario marcado incialmente por Mazón. El Ventorro cerró sus puertas antes de las 19 horas, según aseguró en su momento su propietario a este periódico.

Mazón y su equipo siempre han rehusado dar explicaciones pormenorizadas sobre sus movimientos en la fatídica tarde en que no llegó al Cecopi, hasta las 20.28 horas, 17 minutos después que se lanzara el ES-Alert, que sonó en los móviles cuando la mayoría de las víctimas había fallecido a causa del tsunami de agua, barro y cañas.