Después de dos tropiezos claros en los últimos ocho días, sin competir en la segunda parte en la visita a La Laguna, cuyo veterano equipo … continúa mostrándose intratable, y de una manera similar, pero que saca mucho más los colores el martes pasado en Sarajevo, donde el Bosna le dio una cura de humildad al UCAM, no cabía esperar otra versión de los hombres de Sito Alonso hoy ante su afición. El rival era el Baskonia, convertido en enemigo íntimo para objetivos como la Copa del Rey y el ‘playoff’. Pero, en tales circunstancias, y con una identidad que perseguir en todavía el inicio de una temporada con muchas caras nuevas, hasta era lo de menos.
El minucioso plan de partido funcionó y el UCAM se anotó un triunfo de los que valen su peso en oro para la carrera por la Copa del Rey. Sin todavía conocer la victoria en la Euroliga, el Baskonia llegaba con el mismo balance que el UCAM al duelo. Y, aunque por momentos tuvo pinta de conseguirse de manera abultada (63-45, minuto 27), bueno es el resultado final ante un equipo vasco al que solo le queda ir hacia arriba. El gran dinamizador del mismo, un David DeJulius que hoy salió a pasárselo bien. ‘MVP’ de la pasada jornada en la Liga Endesa, su descanso fue echado muy en falta en Sarajevo y hoy cuajó una soberbia actuación en la que se cuentan por más los puntos que metió (25) que los minutos que pasó en la pista (23:34).
UCAM Murcia
DeJulius (25), Ennis (7), Raieste (5), Nakic (13) y Cacok (4) -quinteto titular- Forrest (11), Sant-Roos (10), Radebaugh (2), Falk (0), Cate (12), Diagne y Hicks.
89
–
84
Baskonia
Villar (4), Simmons (17), Diallo (13), Kurucs (15) y Diakité (2) -quinteto titular- Nowell (6), Sedekerskis (2), Luwawu-Cabarrot (10), Spagnolo (11), Diop (4), Frisch (0) y Jokskimovic (0).
-
Parciales:
26-21, 23-17 (49-38), 19-24 (68-62) y 21-22 (89-84). -
Árbitros:
Rafael Serrano, Alberto Baena y Roberto Lucas. -
Incidencias:
Palacio de los Deportes de Murcia, 6.936 espectadores. 4ª jornada de la Liga Endesa.
Con multitud de acciones propias del más puro baloncesto callejero, el director de orquesta universitario lideró el golpe de autoridad murciano que fue el partido durante más de su mitad y apuntar a nuevo ídolo de una afición que recibió con honores a Rodions Kurucs, el primer jugador del equipo subcampeón de 2024 que vuelve a Murcia como rival. El alero letón fue el mejor del Baskonia, con 15 puntos, 16 de valoración y el mejor +/- de los suyos en pista (+7), de los más enteros y rigurosos en el juego para luego poder llegar a ajustar el marcador.
Un plan más claro
El UCAM, que bien le conoce, le buscó desconcentrar en alguna acción. Fue de lo poco que no le funcionó a los de Sito Alonso, rebosantes de energía en un primer cuarto donde los errores llegaban de la manera menos molesta para un entrenador, por exceso de frenada. Solo alguna acción individual del Baskonia, que anotaba sus nueve canastas del primer cuarto desde dentro de la zona (26-21) contenía, con toda la pinta de que momentáneamente, a un versátil equipo murciano que desplegaba diferentes variantes según el quinteto en pista, pero buscando siempre abrir el campo ya no solo para el tiro, también para las puertas atrás o unos contra uno de largas ayudas.
Con la confianza de quien se siente en el buen camino es más fácil que la suerte sonría. Una muestra era el tiro exterior de Sant-Roos. Y, otra, la versión de Forrest cuando entra a la pista con un contexto favorable, caso del día de hoy, multiplicando su peligrosidad.
David DeJulius fue el mejor jugador del UCAM una jornada más, anotando 25 puntos en 23:34 y siendo el protagonista de los mejores momentos de su equipo
Un momento importante del partido se dio a mitad de este segundo cuarto. Cacok y Kurucs iban agarrados al suelo en la lucha por un rebote que era canasta de DeJulius. Era la tercera falta del estadounidense y, en la protesta, a Sito Alonso le caía técnica. Lo normal, ante un Baskonia que volvía ligeramente mejor de un tiempo muerto, era que la situación le favoreciera. Pero se dio al contrario. Menos de un minuto después, el UCAM tocaba su primera diferencia de dos dígitos (38-28, minuto 15) y llegaba al descanso con la grada encendida después de tres acciones de las que parecen valer más que otras: un 2+1 de un Ennis que anotaba sus primeros puntos, un triple de Sant-Roos en contraataque (luego se revisaría para bajarlo a dos) y una canasta de Cate sobre la bocina tras pase milimétrico del cubano (49-38, descanso).
Sal en la herida
Y es que los problemas de este Baskonia son mucho más profundos que las lesiones de Forrest (el suyo, Trent) o Howard. Anárquico y con la sensación de que hay momentos del partido en que sus propios jugadores compiten por llenar el vacío de poder que dejan sus estrellas lesionadas, un partido en el que veían de cerca al UCAM cambió en cinco minutos en que, por mérito de una cerrada defensa del equipo local, sabedor de la falta de amenaza triplista vasca, pero por propio desorden, los de un Galbiati en la cuerda floja pasaron 4:30 de partido sin sumar un solo punto.

Para cuando se quisieron dar cuenta, el UCAM rozaba los veinte de diferencia (63-45, minuto 27), cifra que perdonó con tres tiros libres seguidos fallados y más de medio partido en el bolsillo para gozo de una grada que compartía miradas de complicada a cada canasta de ‘jugón’ de DeJulius o que rugía con la penúltima cita de Raieste con el mate, uno tras robo y colocando a Diallo en el póster.
No se escapa
Con el partido roto, Kurucs emergió como faro de un equipo sobrado de talento, pero falto de competitividad, de plan, de profundidad y de autoestima. Con el refuerzo emocional de Kurucs en un ambiente que le recuperó para el baloncesto, la aún frescura mental de un Simmons recién llegado y las ganas de Spangolo por demostrar valía a su entrenador (el de ahora o el que venga), un parcial de 5-17 al final del tercer cuarto decía aún que era pronto para festejar (68-62, final del tercer cuarto).
Un frustrado Galbiati lo intentaba cambiando de tercio cada dos por tres, pero la falta de conjunción en su equipo le hacía tener muchas fugas, y, a la mínima, el UCAM podía volver a respirar sin mucha dificultad, como la recuperación de los dos dígitos de ventaja con dos canastas consecutivas de Cate desde los cinco metros (72-62, minuto 31), diferencia en la que se movería el UCAM en lo que quedaba. Y, a menor tiempo, mayor parecían ser esos diez puntos que de nuevo ponía Naki con un triple tras pase extra (82-72, minuto 36) que terminaba con unos minutos en los que los de Sito parecían algo contagiados del baloncesto apresurados y de uno contra uno del Baskonia.
Con tres victorias en cuatro partidos de Liga Endesa, la identidad que persigue el equipo de Sito Alonso olvida las dudas y se refuerza
Con la sensación de estar el partido sentenciado y solo el ‘basket-average’ en cuestión, el equipo vitoriano se mostró más vertical, pero, sin tiempo para apenas reducir el marcador, el triunfo no dejaría de ser murciano en ningún momento y el crédito de Galbiati, y de más de uno de sus jugadores, se sigue reduciendo. Todo lo contrario para un UCAM que con esta victoria evita entrar de lleno en el terreno de la duda, refuerza su idea de baloncesto y, además, otorga claridad a Sito Alonso a la hora de afinar roles y rotaciones en su plantilla.