Jaume Munar está en las semifinales del ATP de Basilea. El tenista mallorquín derrotó a Felix Auger-Aliassime (6-3, ret.) en un partido que duró menos de lo esperadon y que le sirve para alcanzar el puesto 35 en el ranking ATP, el mejor de su carrera. Y es que el canadiense dijo basta cuando acabó el primer set y optó por retirarse del choque. Una decisión que puede tener que ver con el Masters 1000 que se disputa la próxima semana en París.
Munar se planta de este modo en la penúltima ronda de un torneo que reparte 250 puntos, pero que pueden ser muy importantes en su evolución tanto tenística como en el ranking. Para llegar a semifinales, ha vencido a dos rivales superiores a él, como Auger-Aliassime y Ben Shelton en la anterior ronda. Por tanto, aunque sea un torneo de menor categoría, ha vencido a dos jugadores que muy probablemente estarán en Turín.
El balear todavía no ha perdido ningún set en este torneo. De hecho, todas las mangas se las ha llevado con seis juegos. Es decir, no ha tenido que llegar a los siete juegos para decantar los sets de su lado. Una demostración del alto rendimiento que está mostrando en pistas duras, donde hace apenas un año era su mayor talón de Aquiles.
Tras este triunfo, se verá las caras con el ganador del duelo entre Joao Fonseca y Denis Shapovalov. Prácticamente no tiene precedentes con ninguno de los dos, solo con Denis Shapovalov un partido. En aquella ocasión, que sucedió en el año 2002, el canadiense se impuso al balear en dos sets. Sin embargo, todo ha cambiado mucho en tres años.
Las buenas sensaciones de Munar las celebra toda España. Y es que, a no ser que David Ferrer convoque a Alejandro Davidovich como el quinto hombre, Jaume será el número dos de España en las Finales de la Copa Davis. Es decir, que de los tres partidos individuales que podría haber, uno de ellos lo jugaría el balear, mientras los otros sí los disputaría Carlos Alcaraz.
Con la victoria ante Felix Auger-Aliassime, Munar ostenta un récord este año de seis victorias y una derrota en pistas indoor. Tan solo ha perdido un partido en estas condiciones y fue precisamente contra Novak Djokovic, al que puso contra las cuerdas en el Mastets 1000 de Shanghái. Jaume se ha vuelto un hueso muy duro de roer y cualquier tenista sabe que un partido contra él es una batalla.