Se ha cumplido prácticamente un mes después de la victoria de Europa en la Ryder Cup disputada en Bethpage Black, en Nueva York, y siguen las reacciones a la actitud muy poco deportiva de los aficionados estadounidenses que no dejaron de insultar y atacar a los jugadores del equipo europeo en los tres días de competición.
Uno de los últimos que ha levantado la voz al respecto, es el presidente del Augusta National, sede del Masters de Augusta, Fred Ridley, que al ser preguntado por lo sucedido en Nueva York, no tuvo reparos en reconocer que se sentía avergonzado de la actitud de los aficionados en una competición donde debe existir el respeto para todos los jugadores de ambos equipos.
“Nadie estuvo particularmente satisfecho con lo que ocurrió este año” declaró Ridley. “Nos recuerda, como custodios del juego, la responsabilidad que tenemos de perpetuar sus valores subyacentes” afirmó.

Los americanos contaron con el apoyo del público, aunque muchos de ellos se pasaron de la raya / Robert Bukaty / AP
Actitudes no justificables
El presidente del club que acoge el Masters -primer Grande de la temporada- subrayó que el golf debe mantenerse a un estándar más alto que otros deportes, y que el aumento de la competitividad en la Ryder Cup no puede justificar actitudes que atentan contra la esencia del juego.
Ridley insistió en que el golf enseña “lecciones de vida, etiqueta, respeto y juego limpio”; valores que se vieron comprometidos en Bethpage. Su postura coincide con la de Rory McIlroy, quien tras el evento pidió que el golf no pierda su esencia ante la presión mediática y la rivalidad extrema.

Shane Lowry celebra la victoria en la última jornada de la Ryder / ERIK S. LESSER / EFE
Por su parte, Mark Darbon, CEO del Royal & Ancient también se pronunció en Dubái en la misma línea. “Es importante que todos los que amamos este deporte reflexionemos sobre lo ocurrido y trabajemos para que no se repita”; apuntó.
Las declaraciones de Ridley podrían marcar un punto de inflexión en la forma en que se gestiona el ambiente en los grandes eventos internacionales. Con la Ryder Cup 2027 programada para Irlanda, se espera que los organizadores refuercen las medidas para garantizar el respeto y la deportividad.