La vista con jurado popular por el crimen de Coia, en el que Jose Luis Maneiro está acusado de haber matado de un disparo en la cara a Francisco Javier Balseiros cuando este acudió a su casa en la Rúa de Abaixo la noche del 4 de abril de 2024 ha tenido que aplazarse.

A primera hora de esta mañana, la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, conformó el tribunal popular integrado por 8 hombres y 1 mujer, junto a los dos suplentes.

Tras eso, arrancó por parte de las acusaciones y defensa la exposición de sus estrategias de cara al juicio, cuando minutos antes de la declaración de la primera testigo, una vecina del acusado, un miembro del jurado aseguró conocer o reconocer al acusado, por lo que en base a una posible imparcialidad, la magistrada optó por suspender la vista y expulsar a dicho jurado, que será sustituido por uno de los suplentes.

A mayores y tras este indicente, el acusado, Jose Luis Manerio refirió encontrarse indispuesto y tuvo que ser traslado a urgencias. Hasta la tarde no está previsto que se relance la vista.

Previo a este incidente, tanto la Fiscalía como acusación particular y defensa habían expuesto ya sus alegatos iniciales. Para el Ministero Fiscal, las pruebas contra Maneiro por el que lo acusa de un delito de asesinato son «claras y contundentes» . «Lo único que quería era acabar con la vida de la víctima; no pudo reaccionar, esquivar el disparo. No pudo huir», verbalizaba la fiscal.

El procesado se enfrenta a 21 años y 10 meses de prisión. El Ministerio Público considera que concurre la atenuante analógica de alteración psíquica y por eso solicita 19 años y 11 meses por el delito de asesinato y 1 año y 11 meses por el de tenencia ilícita de armas.

Por su parte, los abogados de la acusación particular que representan a la familia de Francisco Javier se sumaron a la tesis de la Fiscalía reafirmando que no hubo «forcejeo» entre ambos y destacando la ausencia de confesión por parte del acusado. «Modificó muchas veces su versión», enfatizó el letrado.

En última instancia, la defensa de Maneiro incidió en la importancia del «porqué» del crimen, solicitando para su cliente la libre absolución en base a la legítima defensa. «Actuó por un miedo insuperable; no hubo intención de matar. Él estaba en casa y apareció allí con armas e instrumentos peligrosos. Si ustedes están en casa y les llegan con una barra de hierro la mayoría de los mortales nos sentiríamos temerosos de lo que podrían hacernos», concluyó el abogado del acusado.

La acusación particular pide 22 años por el asesinato con alevosía, 15 años en el caso de que se determine que fue un homicidio, y otro año y medio por tenencia ilícita de armas.

En concepto de responsabilidad civil, el fiscal solicita que el acusado, que está en prisión provisional desde el 8 de abril de 2024, indemnice con 373.900 euros a los familiares de la víctima (sus padres, sus dos hermanas y sus dos hijos), así como cubrir los gastos de entierro y funeral.

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