Ya no quedan excusas. El proyecto del Arsenal liderado por Arteta debe, de una vez por todas, conquistar la Premier League. Y, de momento, todo se le está poniendo de caras para que así sea. El despropósito del Liverpool, que encadena cuatro derrotas seguidas, y un City irregular, dejan atrás a los principales contendientes al título que en los últimos años le han arrebatado la gloria a los ‘gunners’.
Sin quitar mérito a los de Arteta, porque lo tienen, y de sobra, el equipo es líder con 22 puntos, cuatro por encima del Bournemouth. Suma siete victorias y los únicos puntos que ha dejado escapar fueron ante los dos gigantes de la liga: perdió frente al Liverpool (1-0) y empató con el City (1-1). Ni un solo tropiezo contra el resto.
Otro argumento que los avala es su enorme solidez defensiva, una de las grandes virtudes de este Arsenal. La pareja de centrales por excelencia, Saliba-Gabriel, junto a los laterales, Timber y Calafiori, solo han encajado tres goles en nueve jornadas. Además, David Raya, probablemente el mejor portero de la liga en este momento, no ha recibido un tanto desde el pasado 28 de septiembre en St. James’ Park.
La línea ascendente
Nadie duda de la mejora evidente y del impacto de Arteta en este Arsenal. Un equipo que había perdido su grandeza y deambulaba por la Europa League, sin poder aspirar a Champions. Hasta que en la temporada 2022/23, el vasco dio con la tecla y vimos a un Arsenal renovado, joven y que volvió a enamorar con su fútbol. Desde entonces, el equipo ha seguido una línea ascendente, consolidando el bloque más sólido de la liga y reforzándose solo en posiciones muy puntuales para perfeccionar una plantilla ya de por sí completa.

Arteta ansia la Premier / ANDY RAIN / EFE
Sin embargo, esas incorporaciones, muchas a golpe de talonario, son también un motivo más para exigir el paso definitivo: ganar la liga. Es injusto, incluso absurdo, hablar de fracaso para un equipo que ha sido subcampeón tres veces consecutivas y que cada año avanza más en Champions. Arteta es el hombre que el Arsenal buscaba tras la marcha del mítico Arsène Wenger, después de 22 años al frente del banquillo del Emirates.
Su cargo no corre peligro, pero las voces que aseguran que el tiempo para demostrar resultados se agota le obligan a levantar un título grande. Este año, la directiva volvió a hacer un esfuerzo económico importante para darle los últimos ajustes a un engranaje que roza la perfección: llegó el ansiado delantero centro, nada más ni nada menos que Viktor Gyökeres, además de Zumbimendi, Eze, Madueke o Hincapié.
Los cientos de millones invertidos exigen resultados en forma de títulos. El Arsenal sabe que necesita un título grande para volver a ser considerado uno de los clubes grandes de Inglaterra. La liga del 2004 queda demasiado lejos y desde entonces City, United, Liverpool o Chelsea han saboreado la gloria doméstica.
Incluso su máximo rival, el Tottenham, rompió su sequía de títulos con la Europa League la temporada pasada. El Arsenal está haciendo las cosas bien, pero como decía Luis Aragonés, «nadie se acuerda del subcampeón». Y los datos son claros: hace ya 20 años que la afición ‘gunner’ espera levantar un título importante.
En los últimos tres años, el Arsenal se ha quedado con la miel en los labios, conformándose con la segunda plaza. En las temporadas 22/23 y la 23/24, repitió el drama que tantas veces vivió el Liverpool de Klopp: sumar 84 y 89 puntos y aun así ver como el City de Guardiola se quedaba con el título. La pasada campaña, el City se desplomó, pero el nuevo Liverpool de Arne Slot empezó a toda máquina, y el Arsenal no consiguió seguirle el ritmo, quedándose a diez puntos de los ‘reds’.

La afición ‘gunner’ animando en el Emirates / ANDY RAIN / EFE
El año definitivo
Ahora, sin embargo, todo apunta a que este puede ser el año. El Liverpool, que partía como gran candidato tras fichar a Isak, Wirtz, Ekitiké, Kerkez o Frimpong, se ha desinflado con doce puntos perdidos en los últimos cuatro partidos. Los ‘citizens’ tampoco convencen, con derrotas puntuales ante Tottenham, Brighton o Aston Villa, que evidencian que no están al nivel de otras temporadas.
Chelsea y United no parecen estar preparados para pelear por la primera plaza, lo que deja vía libre al Arsenal para mantener su escalada hacia la cima. Ya saca seis puntos al City y siete al Liverpool, y más allá de los números, las sensaciones también juegan a su favor.
Los del norte de Londres son el equipo que mejor juega, con calidad en todas las líneas, una plantilla equilibrada y una defensa que asegura solidez. Si Saka logra dejar atrás sus lesiones y Gyökeres afina de cara al gol, el Arsenal tiene más papeletas que nunca para que esta vez sea la buena.
El Arsenal se ha quedado sin excusas. Es el momento de dar el paso definitivo y conquistar la anhelada Premier, de acallar el ruido mediático y de demostrar que este proyecto con Arteta al mando tiene futuro. Si mantienen esta dinámica durante toda la temporada y los grandes siguen tropezando, el título llegará. Después de tantos años de travesía por el desierto, y algunos espejismos, el Arsenal y su afición merecen por fin encontrar el oasis en forma de trofeo que les devuelva el respeto y la admiración del mundo entero.