Lunes, 27 de octubre 2025, 11:45
| Actualizado 18:27h.
Librilla amaneció este lunes de luto. En el entorno de la calle Totana, donde el domingo se halló el cuerpo sin vida de Ainhoa, de 19 años, los vecinos están sumidos en una tristeza que se palpa en cada conversación. La Guardia Civil mantiene detenido en la Comandancia de Murcia a su pareja, un joven de 27 años, como presunto autor de un nuevo crimen machista en la Región de Murcia.
En el pueblo nadie asimila aún lo ocurrido. Ainhoa, hija única, era conocida por su sonrisa y su carácter reservado. «Mucha gente la quería, todo el mundo la conocía. Su familia es de aquí de toda la vida, muy conocida porque regentaba una carnicería en el centro del pueblo. Ella era una chica buena, trabajadora, sin líos», relataba, con la voz quebrada, un hombre que vive en las inmediaciones del domicilio.
El arrestado, Quique, es un joven aficionado a la producción de música electrónica que estaba en tratamiento psicológico. Aunque era habitual verle paseando junto a Ainhoa por el centro de la localidad con total normalidad, según indicaron algunos testimonios, la relación se había complicado en las últimas semanas al apreciar un empeoramiento en su salud mental e incluso ella habría tratado de dejarle. «Los veíamos por la calle caminando, sin aparentar ningún conflicto. Pero de puertas para dentro era una relación tormentosa», añadía el mismo vecino, antes de recalcar que la tragedia les ha dejado a todos «destrozados».
Ese dolor lo manifiesta la prima de Ainhoa. Al cruzarse con los periodistas en una calle cercana al domicilio donde ocurrió el crimen, solo acertó a decir «por favor, no me preguntéis nada. Estamos todos destrozados».
Por su parte, Nerea, una antigua compañera de trabajo de Ainhoa durante las fiestas patronales, la recordaba como una chica «espectacular». «Era una zagala súper simpática, amable, sonriente, muy callada. Muy tranquila. Era un trozo de pan», comentó este lunes.
«Nos veíamos cuando estábamos en el trabajo, charlábamos un poco. Siempre con esa sonrisa suya. Es que no me lo creo, esto parece un sueño. El pueblo entero está en shock», añadió, visiblemente afectada. La joven comentó que la había visto en varias ocasiones junto a su pareja, paseando o tomando algo con los padres de ella. «Siempre iban los cuatro juntos, se les veía normales. Nadie podría imaginarse algo así», insistió.
Mientras tanto, la investigación sigue su curso. La Guardia Civil continúa recabando pruebas en la vivienda de la calle Totana, donde se produjo el crimen, y se espera que la autopsia confirme las causas exactas de la muerte, aunque la principal hipótesis es que Ainhoa fue asfixiada el sábado por la noche. Quique se encuentra arrestado en los calabozos y está previsto que pase a disposición judicial en los juzgados de Totana en los próximos días.
Luto en la Región de Murcia
Varios ayuntamientos, como el de Cartagena y el de San Javier, mantuvieron este lunes un minuto de silencio en memoria de la joven. Por su parte, el Ayuntamiento de Librilla ha expresado su «más sentido pésame» por el asesinato de Ainhoa. En un comunicado, el Consistorio ha manifestado su «repulsa hacia todo tipo de violencia contra la mujer» y ha apelado a la «prudencia y el respeto hacia las familias» en unos momentos que califican de «muy duros para el pueblo».
Desde el primer momento, explican, se han adoptado medidas de apoyo y protección al entorno familiar de la víctima, priorizando la atención a los allegados por encima de las declaraciones públicas.
El comunicado, firmado por la alcaldesa María del Mar Hernández Porras, anuncia la convocatoria de un minuto de silencio este jueves, a las 20 horas, en la calle Murcia —a la altura de la Casa de la Cultura—, antes del pleno municipal. Toda la Corporación ha acordado por unanimidad sumarse al acto, al que se invita a participar a toda la ciudadanía.
Asimismo, el Ayuntamiento ha decretado cinco días de luto oficial y la suspensión de todos los actos previstos en la programación de Halloween 2025.
«Son hechos difíciles de entender y complicados de gestionar desde los sentimientos de quienes nos conocemos como vecinos», recoge el texto, que subraya la necesidad de mantener la unidad del municipio frente a la violencia machista.
Asimismo, el presidente regional, Fernando López Miras, expresó este lunes su «más sentido pésame» a las puertas del Ayuntamiento de San Javier y manifestó su deseo de que «todo el peso de la ley caiga sobre el responsable y que no tengamos que lamentar más sucesos como este».
También lamentó el suceso el delegado del Gobierno en la Región de Murcia, Francisco Lucas, que presidió un minuto de silencio por la fallecida en el IES San Isidoro de Cartagena. Durante su visita, señaló que «de confirmarse como un crimen de esta naturaleza, estaríamos ante la segunda mujer asesinada por violencia machista en la Región de Murcia este año». «Quiero hacer un llamamiento a toda la sociedad civil, instituciones y fuerzas políticas para unirnos, sumar fuerzas y acabar de una vez por todas con la violencia de género», concluyó.
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