En más o menos treinta días, el Baskonia ha jugado diez partidos. Quiere decir que lleva un mes jugando cada tres días. Este hecho delata … que al equipo le faltan muchas horas de entrenamiento y, si se hace un esfuerzo de memoria, la pretemporada fue corta y precipitada. Ha llegado el momento de reflexionar sobre lo ocurrido. Dos victorias muy apuradas frente a Madrid y Granada componen un pésimo balance. Es cierto que las lesiones han quebrado de alguna manera el poder del grupo. No es suficiente motivo.
El equipo arrastra como mal endémico una mala confección de plantilla: dos jugadores muy pequeños como Howard y Nowell incompatibles en el quinteto titular. La carencia de un hombre grande solvente y un exceso de debutantes pueden ser otro motivo para tan pobre balance. Todo consecuencia de la precaria situación económica del club.
Aun así, el equipo podía jugar mejor. El grupo da la sensación de ser un equipo con mentalidad de juego universitario, puede tener rachas exultantes y en pocos momentos enlazar errores continuos. Los 18 puntos concedidos en Murcia en un periodo de cuatro o cinco minutos condicionaron el esfuerzo final para alcanzar la victoria. Esta circunstancia se ha repetido en casi todos los encuentros.
Fichar puede ser una solución parcial, pero en el mercado no queda casi nada
Cada enfrentamiento supone un planteamiento nuevo. El último ha sido la presencia del recién llegado Kobi Simmons. Sorprende ver que fue el jugador con más minutaje del equipo. Ningún jugador de la plantilla jugó en Murcia 30 minutos. Por diferentes circunstancias, como son las lesiones, tener que prescindir de uno de los tres extranjeros en cada partido de la ACB, la carencia de algún fornido en el juego interior, y lo más importante, la nula definición de qué jugador debe tomar responsabilidades en cada momento convierten el juego ofensivo en una improvisación constante.
El equipo, insisto, juega como un grupo universitario en el que cada cual toma decisiones a su libre albedrío. En un baloncesto tan elaborado como el europeo, ese estilo no da resultado. El grupo debería comprender que cada mal tiro que realiza un jugador trae consigo una mala defensa. La sorpresa del hecho desestabiliza el entramado defensivo. La consecuencia es ser el equipo que más puntos ha recibido en Europa.
Entiendo el bloqueo que tiene que sentir el club en la situación actual, nunca vivida a lo largo de su historia. Incorporar algún jugador nuevo puede ser una solución parcial. No nos engañemos, en el mercado no queda prácticamente nada. De todas las crisis se sale cuando se tiene tiempo para tomar impulso, el problema es que en siete días, contando el de hoy, por el Buesa pasarán dos equipos de la zona alta de Euroliga y Tenerife, líder de ACB. Vayan al pabellón. Recuerden el espectáculo que dieron hace unos días ganándole al Madrid, y sobre todo no abandonen al enfermo.