Jesús Isnard es uno de esos nombres que empiezan a sonar con fuerza en los círculos donde el arte y la moda se encuentran. Fotógrafo y artista visual, ha desarrollado su carrera entre editoriales de moda y proyectos artísticos que exploran la luz, el cuerpo y la identidad desde una mirada profundamente sensible. Su obra combina la precisión estética con una emoción contenida, y su lenguaje visual —depurado, íntimo y envolvente— le ha consolidado como una de las voces más prometedoras de la fotografía española. Isnard pertenece a esa generación de creadores que entienden la imagen no solo como representación, sino como espacio de experiencia.

La obra de Isnard se mueve entre lo visible y lo invisible, entre la precisión técnica y la emoción contenida. Su dominio de la luz recuerda a los grandes maestros del retrato, pero su sensibilidad pertenece por completo al presente. Como en la mejor fotografía de moda, cada imagen parece congelar un instante que podría desaparecer al segundo siguiente.

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Cris Castany

TRANSITS, es la nueva propuesta del fotógrafo y artista visual, Jesús pertenece a esa segunda categoría: una experiencia que no solo se contempla, sino que se respira. Del 23 de octubre de 2025 al 23 de febrero de 2026, el espacio Chitón, en la calle Bárbara de Braganza 9 de Madrid, se transforma en un punto de peregrinaje para los amantes del arte, la moda y la belleza en estado puro.

Cuando la historia del arte se encuentra con la moda

Isnard presenta una serie de doce obras que reinterpretan Las Meninas de Diego Velázquez, uno de los cuadros más icónicos y misteriosos de la historia. Pero lo que propone no es un simple homenaje: es un diálogo entre siglos, una conversación entre el óleo barroco y la imagen digital, entre la inmovilidad del pasado y el pulso de la modernidad.

Con su mirada precisa, afinada entre la fotografía de moda y la creación artística, Isnard libera a los personajes del lienzo original para darles una nueva existencia. Las figuras parecen respirar, moverse, parpadear dentro del marco, invitando al espectador a entrar en la escena. En ese tránsito entre lo pictórico y lo vivo, el artista reinterpreta la esencia misma del retrato, como si Velázquez se reencontrara con la cámara del siglo.

Una de las imágenes de TRANSITS (Jesús Isnard)

Bajo la comisaria de Carmen Ballesta, la exhibición invita a observar el arte desde dentro, no como espectadores externos, sino como parte de la composición. Algunas imágenes conservan la disposición de las Meninas, filtradas por una luz casi onírica, mientras que otras rompen los límites del cuadro para permitir que sus protagonistas crucen al presente.

“Quería que los personajes respiraran fuera del lienzo, que dejaran de ser parte de una historia fija para convertirse en presencias vivas”, explica Isnard. Y Ballesta añade: “Es un viaje de ida y vuelta entre el arte y la vida”. Ese doble movimiento —entre lo eterno del óleo y lo efímero de la fotografía— define el alma de la exposición: un homenaje a la permanencia de la belleza, incluso en tiempos fugaces.

La ubicación elegida ha sido el espacio Chitón (Jesús Isnard) El lugar de moda donde ocurre la magia

La elección del escenario no es casual. Chitón, el nuevo espacio madrileño diseñado por De la Villa Studio, es mucho más que una galería: es un refugio estético donde el arte, el diseño y la moda se entrelazan con naturalidad. Su interiorismo, sofisticado y sereno, ha sido pensado para acompañar la experiencia artística y permitir que las imágenes respiren en un entorno que invita a la contemplación.

Cada detalle —la iluminación, la textura de las paredes, el silencio envolvente— está diseñado para que el visitante se detenga, observe y se deje llevar. Es fácil imaginar allí una sesión de moda, una conversación con un diseñador o una portada de revista.

Isnard nos invita en este lugar a repensar la belleza no como algo fijo, sino como un estado de tránsito, una emoción que se transforma.

Jesús Isnard es uno de esos nombres que empiezan a sonar con fuerza en los círculos donde el arte y la moda se encuentran. Fotógrafo y artista visual, ha desarrollado su carrera entre editoriales de moda y proyectos artísticos que exploran la luz, el cuerpo y la identidad desde una mirada profundamente sensible. Su obra combina la precisión estética con una emoción contenida, y su lenguaje visual —depurado, íntimo y envolvente— le ha consolidado como una de las voces más prometedoras de la fotografía española. Isnard pertenece a esa generación de creadores que entienden la imagen no solo como representación, sino como espacio de experiencia.