Desmontar el conjunto mural de las pinturas de Sijena que se encuentran alojadas en la sala 16 del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) en 72 piezas, cada una con un embalaje y un tratamiento individualizado, no solo es «viable», sino «necesario», … aunque «el riesgo cero en el traslado no existe». Así resume parte de su trabajo la comandante del equipo técnico de Aragón que examinó in situ el estado de las obras del románico el pasado julio, Natalia Martínez de Pisón. La conservadora-restauradora ha esbozado algunas conclusiones de los tres informes preliminares que dan vía libre al plan diseñado por Aragón para cumplir la sentencia del Supremo y restituir las obras en el monasterio de Sijena en siete meses. Estos tres informes se presentarán ante la juez nº 2 de Huesca que instruye la causa.

Los técnicos constatan que encontraron humedades, restos de filtraciones y escorrentías de agua (en los arcos 3 y 5 ya hay «constancia de humedad directa» y la sospecha de que puede estar ocurriendo en otros puntos, ha afirmado Martínez de Pisón), junto a «abundante suciedad» en el entorno de las pinturas -en las cámaras laterales y superiores a los arcos- con la presencia de colillas, cascotes, salpicaduras, restos de piezas abandonadas (pladur) y residuos metálicos sin función, como varios tornillos desperdigados. La fecha clave de la contaminación habría sido 2011, durante la remodelación de la sala 16 para que acogiera las obras, cuando se acumularon abundantes escombros y polvo.

De los tres informes, el primero ha analizado la situación material y química de las pinturas y de sus componentes, y revela que «no hay reactividad significativa» y que su estado actual es «muy similar» al original. Tampoco ve riesgos significativos en los lienzos en los que está colocado el conjunto mural.

Se tomaron más de 7.000 imágenes

El equipo aragonés ha trabajado para conocer el estado actual de las obras y las distintas opciones para su desmontaje y traslado en condiciones de seguridad. Para ello, se llevó a cabo una inspección visual en las propias salas del museo, donde se pudieron extraer micromuestras para el laboratorio, se realizó un exhaustivo registro gráfico tanto de las superficies pictóricas como del espacio interior de los arcos, combinando diferentes técnicas mediante el escaneo láser estático y dinámico, la realización de la fotogrametría y de capturas panorámicas del interior, gracias al uso de cámaras 360 con iluminación led y que fueron introducidas con pértigas articuladas a través de los huecos registrables de cada arco.

Se tomaron más de 7.000 imágenes de alta resolución que, una vez procesadas, han permitido generar modelos digitales con una valiosa información descriptiva en cuanto a la configuración, dimensiones y estado de conservación de los conjuntos murales de Sijena, una información que ha permitido obtener resultados preliminares que, en algunos aspectos, son ya concluyentes.

El trabajo realizado por los técnicos manifiesta hasta los más mínimos accidentes en la textura de la obra que no son perceptibles a la vista. Se han estudiado las superficies pictóricas evaluando las patologías presentes (deformaciones de los planos, pliegues del tejido, fisuras, levantamientos) y se han localizado las uniones entre los bastidores de todos los arcos. «Este análisis de rango milimétrico de los lienzos no revela ningún factor de riesgo para su traslado, no se detectan problemas de debilidad», ha dicho el director general de Cultura del Gobierno aragonés, Pedro Olloqui.

El segundo de los informes incluye un estudio microtopográfico de las pinturas y su relieve «milímetro a milímetro», con lo que ya no se trabaja en el conjunto mural como un conjunto único, sino que se trabaja en cada parte de las pinturas. «Es un conjunto que conforma una unidad, pero desde el punto de vista patrimonial no es una unidad», ha explicado Martínez de Pisón hoy en rueda de prensa. Ello ha permitido conocer que hay zonas específicas que sí que presentan algún tipo de debilidad y en las que sería necesario realizar alguna intervención de consolidación parcial.

Por último, en el tercero se descubre ahora que algunas de las pinturas del arco 5 «permanecieron extraviadas» fruto de los movimientos que sufrieron en los años 80 y 90. «Todo ellos constituye una falta de celo profesional y falta de diligencia en la conservación», ha afeado el director general de Cultura del Ejecutivo maño, Pedro Olloqui.

Imagen - La experta ha observado que la resistencia a los problemas de humedad desmonta el argumento sobre la fragilidad extrema de las obras

La experta ha observado que la resistencia a los problemas de humedad desmonta el argumento sobre la fragilidad extrema de las obras

Olloqui denuncia que el MNAC ha pecado de «dejadez» y que el estado de las obras prueba que no se ha sido tan riguroso y pulcro como defendía su homólogo catalán. A su juicio, este trabajo desmonta el relato ahora «interesado y mitificado» de que los frescos están mejor en Barcelona. Para el Ejecutivo aragonés, lo «más seguro» es que las obras vuelvan a casa, al monasterio oscense de Santa María de Sijena.

«Se arrancaron muchas pinturas»

En su intervención, Natalia Martínez de Pisón ha subrayado que los técnicos aragoneses tienen «mucha experiencia» en el trabajo con pinturas arrancadas como las de Sijena, «porque en Aragón se arrancaron muchísimas pinturas murales».

También ha observado que la resistencia de las obras a las humedades y situaciones adversas demuestra que no son tan débiles como se había argumentado por parte de las instituciones catalanas. Son resistentes.