Maricarmen, vecina de 87 años del barrio de Retiro, iba a enfrentarse mañana a un primer intento de desahucio tras 70 años viviendo en su casa. El juzgado encargado del caso acaba de comunicar la suspensión del mismo ante la falta de una solución habitacional por parte de las administraciones. El parón no es definitivo, pero sí un primer paso.

Desde el Sindicato de Inquilinas de Madrid aseguran que la única solución pasa porque Maricarmen se quede en su casa. “Esto no va solo de ella, sino del miedo y la inseguridad que sufrimos todas las inquilinas por culpa del rentismo y la especulación. Por eso, consideramos que los contratos indefinidos y la expropiación de viviendas en manos de fondos especulativos son esenciales”.

Por su parte, el alcalde de Madrid, Jose Luis Martínez Almeida, ha asegurado en declaraciones a los medios que “no le consta” que Maricarmen haya acudido a los servicios sociales para pedir ayuda por la orden de expulsión y le ha recomendado a esta vecina que notifique el problema a este órgano municipal pese a que ya lo hizo antes de recibir una orden de expulsión de su actual casero: Urbagestión Desarrollo e Inversión SL.

[Noticia en actualización]