La Gerencia y la comisión de Urbanismo se ha desplazado esta mañana hasta el paseo de Sarasate para conocer in situ la evolución de los trabajos de restauración de las esculturas de los reyes. Según ha adelantado el consistorio, los primeros traslados de las piezas se producirán a principios del mes de noviembre, una operación delicada que se realizará con jaulas para trasladar casa estatua sin que sufra daños de un punto a otro. Por un lado las estatuas y por otro, las peanas. Se calcula que cada una de ellas, con la peana, alcancen un peso de entre 6.000 y 7.0000 kilos.
Desde el pasado 16 de septiembre, la empresa madrileña Sabbia trabaja en las labores de recuperación de las estatuas, siempre con técnicas no invasivas, que permitan restaurar las esculturas, realizadas en el siglo XVIII y concebidas inicialmente para el Palacio Real de Madrid.
Las labores de protección y traslado incluían la realización de un análisis detallado de cada escultura registrando cualquier imperfección para documentar su estado. También se ha ejecutado una limpieza superficial de cada estatua para eliminar la suciedad latente de su estancia al aire libre durante tantos años. Esa primera limpieza se ha ejecutado mediante técnicas manuales y también con productos biocidas. La empresa Sabbia Conservación y Restauración fue la adjudicataria de los trabajos de traslado y restauración de las estatuas con un presupuesto de 155.577 euros.
Tras la visita en Sarasate, la Gerencia y la Comisión de Urbanismo se han desplazado hasta el parque de la Taconera, a las inmediaciones del mirador este, donde se reubicarán las esculturas. En la zona ya se pueden ver los huecos excavados en los que se cimentarán las bases de las estatuas, que se trasladarán junto a las propias esculturas. Una vez que todas las esculturas se han trasladado a su nueva ubicación y se hayan ajustado sus estructuras, continuarán las labores de restauración con los retoques finales necesarios para que luzcan de forma adecuada.
Las seis estatuas, creadas en el taller del escultor barroco italiano Doménico Olivieri, fueron compradas en Madrid en 1885. Cada una de ellas fue asignada nominalmente a los reyes Iñigo Aritza (770-790), Alfonso I el Batallador (1104-1134), Sancho VI el Sabio (1150-1194), Sancho VII el Fuerte (1194-1234), Teobaldo I (1234-1253) y Juana II de Evreux (1328-1349). Son figuras ideadas para el Palacio Real de Madrid, con rostros esculpidos con no mucho detalle, pues parece que estaban destinadas a la balaustrada alta que lo corona.
Mismo grado de protección de las esculturas
Mientras se llevaban a cabo esos trabajos previos de limpieza de las estatuas y la colocación de las jaulas para su traslado, el Ayuntamiento de Pamplona ha tramitado diferentes modificaciones normativas para dar coherencia a la protección de que las esculturas en su nueva ubicación de la Taconera. De esta forma, el Ayuntamiento de Pamplona cumple con las recomendaciones dadas por la Institución Príncipe de Viana en varios informes en los que ha dado el visto bueno al traslado.
Como se sabe, el asunto del traslado está judicializado en el Contencioso-Administrativo tras una demanda de UPN, dado que, antes de la modificaciones normativas, las esculturas estaban protegidas por el PEPRI del Casco Viejo. Al salirse de esa zona, el equipo de gobierno optó por cambiar las fichas del catálogo municipal y adaptar la protección de las piezas en la nueva ubicación.
Por ello, el Ayuntamiento de Pamplona ha aprobado, de forma inicial, tanto la modificación pormenorizada del Catálogo del Plan Municipal de Pamplona como la modificación puntual del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Antiguo de Pamplona, en la referencia de ambos a elementos no vinculados a la edificación – estatuas de los Reyes de Navarra. La modificación del PEPRI elimina las referencias a las esculturas ya que la nueva ubicación del parque de la Taconera está fuera de su ámbito, ya que este afecta al Casco Antiguo de Pamplona y en el Catálogo del Plan Municipal se alude a su nueva ubicación.
Los trabajos que ya se están acometiendo en el parque de la Taconera para la cimentación de las ubicaciones de las estatuas se realizan con un seguimiento arqueológico intensivo, tal y como exigió también la Institución Príncipe de Viana en otro de sus informes sobre el traslado de las esculturas desde el paseo de Sarasate.