Con motivo del Día Mundial del Ictus, el Hospital General Universitario de Ciudad Real, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha desarrollado a lo largo de esta mañana diversas actividades para explicar a la ciudadanía que mantener unos niveles adecuados de presión arterial y del índice glucémico reducen de forma notable las posibilidades de padecer un accidente cerebrovascular.
Profesionales del servicio de Neurología han instalado una zona de reconocimientos en la que las personas interesadas han podido conocer su tensión arterial y glucemia o someterse también a pruebas diagnósticas más específicas como un electrocardiograma o ecografías del tronco supraaórtico para descartar la existencia de placas carotideas, indicador que eleva el riesgo de padecer un ictus.
La últimas pruebas han estado amenizadas por las jóvenes intérpretes Elena Hernández y Laura Toro, que han ofrecido varias piezas agrupadas bajo el nombre genérico “Música en vena”. Además, en el salón de actos se han celebrado varias charlas divulgativas con la intención da promover hábitos saludables de alimentación y el ejercicio físico y para informar acerca de algunas de las secuelas que sufren las personas que han sufrido un ictus, como la disfagia.
El ictus se produce por una obstrucción o rotura de un vaso sanguíneo cerebral. Afecta a unas 120.000 personas cada año en España y a unas 5.200 en Castilla-La Mancha y es la primera causa de muerte específica en la mujer y la segunda en el varón, además de la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda causa de demencia.
Se trata de una enfermedad que puede aparecer a cualquier edad y en el 80% de los casos se puede prevenir controlando factores de riesgo como la hipertensión, diabetes, colesterol elevado, arritmias cardiacas, inactividad física, tabaquismo, drogas o exceso en el consumo de alcohol.