Egan Bernal, ganador del Giro de Italia y el Tour de Francia, volvió a verbalizar la frustración que en ocasiones Tadej Pogacar despierta en el resto del pelotón. «Está a otro nivel. Cuando uno compite contra él, muchas veces hace que parezca que uno es malo. Me da rabia: uno dándole y este arranca como si nada«, declaró en el programa colombiano ‘Despierta Win’.
Sin embargo, el colombiano reconoció también que esa presión ayuda al resto a exigirse más: «Es chévere competir contra él. Nos empuja a todo el resto a querer mejorar. Es chévere que nos haya tocado vivir la era Pogacar». Bernal, que ganó a comienzos de 2025 los campeonatos nacionales de su país en ruta y en contrarreloj, se rompió la clavícula en la Clásica de Jaén, pero se recuperó en tiempo récord para completar una temporada de mérito. Un séptimo puesto en la general del Giro y una victoria de etapa en la Vuelta a España (en Castro de Herville) son algunos de sus mejores resultados. Coincidió con el Pogacar más dominador en Il Lombardia, y terminó octavo, volviendo al top 10 de un Monumento por primera vez desde 2019.
Volver a su nivel después de las graves lesiones de 2022
En su carrera hay un hueco importante entre enero y agosto de 2022. Sufrió un accidente entrenando en Colombia al chocarse contra un autobús que puso en peligro su vida. También habló de esta caída en ‘Despierta Win’: «Pasé de estar en lo más alto del ciclismo a pensar sólo en estar bien. Tenía dolor en todos lados: el fémur roto, las costillas rotas. Yo sólo gritaba que me durmieran. Llamaron a mi familia y les dijeron que había una probabilidad muy alta de quedar en una silla de ruedas. Había que esperar a que despertase para ver si podía mover las piernas».
Entonces, Bernal era un ciclista que llegaba después de ganar en 2021 el Giro de Italia y ser tercero en Strade Bianche, cuarto en Tirreno-Adriático y sexto en la Vuelta a España. Su objetivo para 2022 era ir a por su segundo Tour, después del de 2019. Sin embargo, el colombiano reconoce que tenía otra afección subyacente que podía lastrarle: «Venía con un dolor de espalda. Tenía una hernia y no sabía si operarme o no operarme. Nos dimos cuenta de que sí era muy grave, me estaba pinchando un nervio y eso me provocaba el dolor. Igualmente, en 2021 fui al Giro con ese dolor y lo gané».
Ahora, tiene contrato con INEOS Grenadiers, al menos, hasta el final de 2026. 2025 ha sido su mejor año desde la lesión, volviendo a ganar y a estar en las quinielas entre los mejores. La ambición no la ha perdido. «Si yo pensara que no puedo volver a ganar, no estaría montando en bicicleta. Me rompí 22 huesos y la recuperación fue muy difícil, en 2024 me estaba recuperando aún. Este año sentí que empecé a ser yo de nuevo, me siento diferente. Fui al Giro y a la Vuelta pensando en el podio. No se dio, pero sigo pensando que algún día puedo volver a ganar«, concluyó.