El Colegio de Farmacéuticos de Córdoba ha celebrado este miércoles una jornada para debatir junto a los pacientes y expertos los principales retos en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la psoriasis y la artritis psoriásica. También se han abordado temas como el impacto emocional y social de estas patologías, la necesidad de un enfoque multidisciplinar, y la importancia de visibilizar la enfermedad más allá de sus manifestaciones cutáneas.

La jornada se celebra en el marco del Día Mundial de la Psoriasis y de la Artritis Psoriásica, una cita internacional impulsada por la International Federation of Psoriasis Associations (IFPA) para visibilizar las enfermedades psoriásicas y defender los derechos de quienes conviven con ellas.

La iniciativa se ha realizado junto con la asociación de pacientes Acción Psoriasis y su campaña de sensibilización ‘Domina la psoriasis’, con el objetivo de dar visibilidad a esta dimensión compleja de la enfermedad y destacar la importancia de impulsar modelos de atención sanitaria integrados, donde dermatología, reumatología, psicología, farmacia, cardiología y atención primaria trabajen de forma conjunta.

Esta campaña ha sido presentada en el COF de Córdoba por Montserrat Ginés, vicepresidenta de Acción Psoriasis y paciente de psoriasis y artritis psoriásica; Santiago Alfonso, director de Acción Psoriasis; José Carlos Moreno, presidente de honor de la Academia Española de Dermatología y Venereología; Rafael Casaño, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Córdoba; y Elena Grande, vocal de dermofarmacia del Colegio Farmacéutico.

Para la vicepresidenta de Acción Psoriasis, Montserrat Ginés, paciente de psoriasis y artritis psoriásica, esta campaña destaca la importancia de visibilizar el impacto real de esta enfermedad: “La psoriasis no es contagiosa y no es solo una afección cutánea; es una condición que atraviesa la vida de quienes la padecen, afectando su trabajo, sus relaciones y su bienestar emocional. Este Día Mundial no es solo una campaña, sino un grito urgente para derribar el estigma, romper el silencio y exigir una atención médica y social a la altura del sufrimiento invisible que viven miles de personas. En Acción Psoriasis no solo representamos a los pacientes: trabajamos para que su voz se escuche con fuerza donde se toman decisiones.”

Por su parte, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Córdoba, Rafael Casaño, ha destacado que “los farmacéuticos somos los profesionales sanitarios de mayor proximidad a los pacientes con psoriasis, al que ofrecemos ayuda y atención desde las farmacias comunitarias y a las que pueden acudir para la resolución de sus dudas en el día a día, sobre todo en cuestiones sobre la adherencia y el seguimiento de los tratamientos, o en su uso correcto. El seguimiento ofrecido por el farmacéutico puede contribuir en gran medida a fomentar esa adherencia, y ayudar a ofrecer una solución cuando el paciente no está respondiendo al tratamiento. Además, somos expertos en dermofarmacia, con lo cual también tenemos amplios conocimientos en aspectos como el cuidado de la piel y su correcta hidratación”.

Este encuentro representa una oportunidad única para reflexionar colectivamente sobre los avances y desafíos actuales en la atención sanitaria, así como para reafirmar el compromiso con el diagnóstico precoz, el acceso equitativo a tratamientos eficaces y el empoderamiento de los pacientes en el manejo integral de su salud.

La iniciativa llega, además, en un momento clave, tras la publicación de los resultados del estudio MAPA, elaborado por Acción Psoriasis, que revela importantes carencias en el abordaje multidisciplinar actual. Entre otras, la asociación destaca que uno de cada cuatro pacientes no está satisfecho con la atención que recibe; el 34 % afirma no tener acceso a una unidad multidisciplinar; un 31 % desconoce si en su centro sanitario existe una unidad de este tipo y casi 1 de cada 5 pacientes se siente poco o nada implicado en el manejo de su enfermedad.

“Estos datos muestran la necesidad urgente de mejorar la coordinación entre especialidades y de fomentar una mayor participación del paciente en la toma de decisiones sobre su tratamiento”, indica la asociación.

El llamado ‘efecto dominó’ refleja cómo la inflamación propia de la psoriasis no se limita a la superficie cutánea, sino que puede abrir la puerta a comorbilidades graves como artritis psoriásica, diabetes, enfermedades cardiovasculares o trastornos de salud mental como la depresión. Cada una de estas condiciones añade un nuevo reto para las personas afectadas, impactando directamente en su salud física, su bienestar emocional y su calidad de vida diaria.