Marcos Criado nunca pensó que fuera tan difícil que su hijo de 11 años pudiera jugar al fútbol en Cáceres. El pequeño, con nacionalidad … española pero nacido en Bogotá en el periodo en el que sus padres, ambos españoles, residieron allí, una década, se ve obligado a cumplimentar más papeles que cualquier muchacho español. En concreto un certificado histórico de empadronamiento (que está tardando en conseguir) y una declaración jurada por parte de sus progenitores para federarse y debutar en el equipo de alevines B del Club Polideportivo Vedruna del colegio Carmelitas.
Son las condiciones establecidas por la Federación Extremeña de Fútbol, que dice interpretar así las exigencias globales que marca la FIFA. «Es absolutamente discriminatorio, él ha nacido en Bogotá pero tiene la nacionalidad desde el mismo momento en el que nació», explica Criado, profesor de Derecho Constitucional en la UEx. Su hijo aún no ha podido disputar ni un solo partido. El primero le pilló enfermo y en el segundo, el viernes pasado, no lo pudo jugar por esta exigencia burocrática. «El niño llevaba ilusionado toda la semana con jugar y cuando fui a recogerle al colegio le tuve que decir: hijo mío, no puedes jugar porque has nacido en Bogotá», lamenta Marcos Criado.
«Lo que me dice el club es que como en el DNI del niño pone nacido en Bogotá tengo que presentar esos documentos, pero yo lo que pregunto es que si este niño en vez de nacido en Bogotá pusiera Albacete, entonces estaría dado de alta, el hecho de nacer el Albacete o en Bogotá no es un criterio razonable para aplicar dos regímenes jurídicos distintos», explica este académico, que regresó a España en septiembre, justo antes de que empezara el curso escolar, al que se incorporaron sus dos hijos. Eligieron el equipo en el que al principio de curso había plazas libres, ya que en julio, cuando suelen hacerse las fichas, aún no estaban aquí. «Es un gran aficionado al fútbol y quería apuntarse a toda costa».
La Federación Extremeña de Fútbol argumenta que la medida se justifica para evitar «el tráfico de jugadores»
Añade una segunda complicación. «Yo presento un escrito ante la Federación Extremeña de Fútbol en el que les digo que teniendo en cuenta que es manifiestamente discriminatoria la exigencia de este requisito le permitan jugar el viernes y procedan a dar de alta la ficha sin necesidad de aportar documentos adicionales, a lo que me contesta un señor que me da su nombre y me dice que él me explica cómo va el procedimiento». Marcos indica entonces que el procedimiento lo conoce, pero que quiere saber cuál es el artículo de la FIFA al que se refieren para poderlo leer él, pero la respuesta que recibe es que ellos están para federar a su hijo y para agilizar el trámite con las condiciones que se le señalan. Indica que en la web de la Federación Extremeña no ha logrado encontrar ninguna norma que diga eso.
Tráfico de jugadores
Consultada por este diario, la Federación Extremeña de Fútbol, a través del gabinete de prensa, señala que se limitan a aplicar la normativa FIFA a nivel mundial para evitar «el tráfico de jugadores» y que tienen el procedimiento muy claro ya que cada vez aumenta más el número de niños nacidos en diferentes países que juegan al fútbol. Indican también que este padre debería haber «agilizado antes» los trámites para evitar que su hijo no pudiera debutar con el Vedruna.
Criado cree que el problema puede venir de una errónea traducción, porque el artículo 19, que es el que contempla la regulación del estatus y la transferencia de jugadores de la FIFA para evitar su explotación y tráfico no marca esas condiciones para casos como el de su hijo.
Tampoco le ha parecido correcto que el coordinador del club deportivo Vedruna le empuje, como única solución, a que entregue la documentación. Él le explica que esta norma esta hecha para evitar que «clubs de desalmados» traigan a niños de África «y cuando no valen les dejan tirados». Criado considera firmemente que hay que defender a esos niños, pero cree que sacar el histórico del padrón o una declaración jurada a los niños que han nacido fuera «no protege a estos niños».
Mientras manifiesta su inconformidad con todo este proceso Criado intenta llevar a cabo todos los trámites y espera con paciencia que el Ayuntamiento pueda entregarle el certificado de empadronamiento de su hijo pronto, porque en realidad, lo único que él quiere es que este juegue al fútbol cuanto antes.