La ciudad de Barcelona dedicará una estatua a Freddie Mercury y Montserrat Caballé en el Parc de les Glòries, recientemente renovado. Así lo ha confirmado el alcalde Jaume Collboni en declaraciones a Catalunya Ràdio. El pasado mes de mayo, ya se colocaron en Glòries dos sillas dedicadas a los dos cantantes.

La figura, todavía pendiente de diseño, servirá para homenajear a los intérpretes de ‘Barcelona’, la canción que se convirtió en himno de los Juegos Olímpicos de 1992, y para evocar el espíritu olímpico que marcó una etapa decisiva en la historia de la capital catalana.

Collboni ya había propuesto en 2018 que ambos artistas tuvieran calles con su nombre en Barcelona. Entonces, como presidente del grupo municipal del PSC, defendió que las vías dedicadas a Mercury y Caballé confluyeran precisamente en el entorno del Parc de les Glòries, aun en obras en aquel momento. El dirigente socialista consideraba que la ciudad mantenía un “deuda pendiente” con ellos “por todo lo que significaron para la Barcelona olímpica, con una música que inspiró a toda una generación”.

Un encuentro que hizo historia

El vínculo entre Freddie Mercury y Montserrat Caballé nació en 1987, cuando Carlos Caballé, hermano de la soprano, organizó un encuentro entre ambos en el Hotel Ritz de Barcelona. El cantante de Queen, gran admirador de la artista, había declarado en anteriores ocasiones que uno de sus sueños era cantar junto a ella.

La conexión fue inmediata. Caballé aceptó encantada la propuesta de colaboración y, pocos días después, viajó a Londres para visitar a Mercury en su casa, donde ambos compartieron piano y copas de champán. El resultado de aquella conexión artística fue la canción ‘Barcelona’, que interpretaron juntos el 8 de octubre de 1988 en un concierto histórico frente a la Font Màgica de Montjuïc, que más tarde se convertiría en el himno de los Juegos Olímpicos celebrados en la capital catalana en 1992.