Golpe durísimo para el Osasuna, su lateral derecho, Iker Benito, que abandonó el encuentro de la Copa del Rey ante el Club Deportivo Sant Jordi, sufre una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. El futbolista, sometido a pruebas médicas en la Clínica Universidad de Navarra, será intervenido quirúrgicamente la próxima semana y permanecerá entre seis y ocho meses de baja. Su temporada queda prácticamente sentenciada, dejando al equipo rojillo con una ausencia sensible en una posición ya muy castigada.
El jugador, de 23 años, se desplomó tras un mal gesto y abandonó el terreno de juego entre lágrimas, dejando claro desde el primer instante la gravedad del percance. Las asistencias médicas reaccionaron con rapidez, pero la imagen fue suficientemente contundente para encender todas las alarmas. En sala de prensa, el técnico Alessio Lisci transmitió frustración y tristeza ante lo sucedido, recordando que su plantilla ya sufría una notable falta de efectivos.
El Osasuna pierde a un lateral en plena consolidación
La lesión llega en un momento clave para Benito, que vivía su primera temporada como integrante fijo de la primera plantilla tras su cesión al Mirandés el curso pasado. Con Lisci había participado en varios encuentros de LaLiga, sumando minutos y protagonismo como alternativa en banda derecha. Su progresión era una de las notas más positivas en esta fase inicial de la campaña.
Su ausencia deja ahora un vacío inmediato en la plantilla, ya que Valentin Rosier, la otra opción para ese carril, también permanecerá fuera hasta enero por lesión. El doble contratiempo reduce al mínimo la rotación en esa demarcación y obliga al club a evaluar el mercado invernal.
El mercado de invierno, camino obligatorio
Con dos bajas simultáneas en el lateral derecho, el club rojillo se ve prácticamente obligado a acudir al mercado para reforzarse. La dirección deportiva deberá buscar un perfil que pueda adaptarse rápido y mantenga el nivel competitivo del equipo en un tramo cargado de compromisos.
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El parte médico oficial confirma la grave lesión de Valentin Rosier
El objetivo pasa por encontrar un jugador de rendimiento inmediato, capaz de sostener defensivamente la banda y aportar profundidad ofensiva sin largos periodos de adaptación. La entidad es consciente de que cada punto es clave en un campeonato cada vez más equilibrado y de alta exigencia física.
La mirada puesta en el Real Oviedo
Mientras se analizaba la situación de Benito, el equipo rojillo completó un nuevo entrenamiento matinal en las instalaciones de El Tajonar. El próximo objetivo es el duelo ante el Real Oviedo, programado para el lunes 3 de noviembre en el Estadio Carlos Tartiere, correspondiente a la jornada 11 de LaLiga.
La sesión dejó una noticia positiva: la reincorporación de Aimar Oroz al grupo tras superar una fascitis plantar que lo mantuvo varias semanas al margen. Su regreso aporta creatividad y equilibrio en el centro del campo, una pieza que Lisci echaba en falta en varios partidos anteriores.
La nota negativa, más allá del caso Benito, la protagonizó Víctor Muñoz. El futbolista tuvo que abandonar el entrenamiento después de una mala acción y se marchó visiblemente contrariado. A la espera de pruebas, su situación preocupa por acumulación de incidencias en la plantilla.
Por último, Sheraldo Becker y el propio Rosier siguen avanzando en sus procesos de recuperación, pero desde el club se mantiene la prudencia para evitar posibles recaídas y nuevos contratiempos.