Dice la conocida ley del ex que cada vez que un exjugador visita un equipo en el que ha jugado en el pasado suele tener una actuación destacada por esa motivación extra de querer exhibirse ante los que eran sus aficionados. En esta ocasión, en ese camino de ida desde la Isla hasta el Principado son cuatro los jinetes del pasado claretiano que vienen a visitarles este sábado (19.00 horas) en el Arena. Cuatro ex de un Granca, necesitado de una victoria balsámica que les haga olvidar lo antes posible el desastre de la última derrota ante el Girona.

Kyle Kuric, Stan Okoye, Artem Pustovyi y Ferran Bassas, llegan al galope para intentar amargar el día de los difuntos a la parroquia claretiana que en el pasado les veneró en mayor o menor medida.

¿Quién no recuerda a Kyle Kuric en la Isla? El de Evansville (Indiana) pasará a los anales de la historia claretiana moderna como uno de sus mejores tiradores, un especialista que vivió tres temporadas (2014-17) inolvidables en los que visitó la elástica amarilla en 84 partidos de la ACB en los que anotó 949 puntos.

El 24 fue uno de los ilustres integrantes de aquella plantilla inolvidable que rompió el techo de cristal de los amarillos en las finales continentales, disputando ante el Khimki la primera final de la Eurocup en la historia del club.

Si su calidad y su acierto son recordados con cariño en la Isla, no lo es menos la historia de su tumor cerebral, del que tuvo que ser intervenido en noviembre de 2015 y que mantuvo en vilo a toda la sociedad grancanaria que pudo verle superar la enfermedad para volver a las canchas, donde siguió sentando cátedra hasta la fecha.

En la presente temporada con el Morabanc Andorra ha jugado los cuatro partidos, con una media cercana a los 27 minutos, en los que ha promediado 8,3 créditos de valoración, 9,5 puntos, 2,3 rebotes y 2 asistencias por partido.

La incidencia de la guerra

Si conmovedora fue la historia de superación vivida por Kyle Kuric durante su estancia en la Isla, no lo es menos la del gigante ucraniano, Artem Pustovyi, a quien durante su única temporada en el Granca (2021-22), le cogió el estallido del conflicto bélico entre su país, Ucrania, y Rusia. La noticia del bombardeo ruso sobre Odesa, la ciudad donde se encontraban sus padres viviendo fue un shock para el jugador, que se vio obligado a seguir compitiendo mientras su mente se encontraba en su tierra.

En su única campaña de amarillo jugó 33 partidos de la ACB, en los que logró materializar 301 puntos y capturar 124 rebotes, a pesar de sus circunstancias personales. ¿Qué habría pasado si no se hubiese interpuesto una guerra en su idilio con el Granca?

En su actual temporada en el Morabanc Andorra ha jugado en los cuatro partidos ligueros, aunque su presencia en la pista no ha llegado a los 10 minutos de media, promediando 3,3 créditos de valoración, 4 puntos y 2,8 rebotes por partido.

La de Stan Okoye, a pesar de no vivir ninguna experiencia traumática personal dejó un sabor agridulce en sus dos temporadas de amarillo entre 2019 y 2021. Fichado a golpe de talonario procedente del Zaragoza, tras ser elegido en el quinteto ideal de la ACB, sin embargo, nunca llegó a sentirse cómodo con Fotis Katsikaris. Para colmo, le tocó vivir en la Isla la pandemia global del covid-19. Tras un verano con un pie y medio fuera del equipo, la llegada de Porfi Fisac al equipo le convenció para seguir un curso más en el que mejoró algo sus prestaciones.

En sus dos temporadas como calretiano jugó 64 partidos de ACB y anotó 504 puntos. Esta temporada es el segundo jugador mejor valorado del Andorra (10) y promedia 8 puntos, 2,3 rebotes y 2,3 asistencias por encuentro disputado.

Un campeón de Eurocup

El cuarto jinete es Ferran Bassas, que militó dos campañas en el Granca entre 2022-24, donde llegó procedente del Joventut. A pesar de querer continuar en la que hubiera sido su tercera temporada en la Isla, el club decidió no renovarle, desembarcando el curso pasado en el Morabanc, donde permanece desde entonces.

El barcelonés, que fue padre en la Isla, levantó la Eurocup defendiendo la elástica amarilla, lo que le convierte en un jugador eterno en el club, donde jugó 63 partidos de la ACB en los que anotó un total de 403 puntos, además de dar 196 pases de canasta.

Este curso en el Principado ha participado en tres partidos, con ocho minutos de media en pista, promediando 2 créditos de valoración, 1,3 puntos, 1,3 rebotes y 1,3 asistencias por partido.

Suscríbete para seguir leyendo