Es sabido que, entre otras pasiones, a Johnny Depp le fascina la música. De hecho, su primera vocación fue la de ser estrella del rock, y no se volcó en la actuación hasta que empezó a pasar hambre con la guitarra. Ya convertido en icono de Hollywood, ha podido tocar con artistas como Oasis, Marilyn Manson, Paul McCartney, Iggy Pop, Patti Smith o Shane MacGowan, entre otros. En 2015 formó la banda Hollywood Vampires junto a Alice Cooper y Joe Perry (guitarrista de Aerosmith), y en 2022 lanzó junto al legendario Jeff Beck el álbum 18, una combinación de versiones y temas originales, entre ellos «This Is a Song for Miss Hedy Lamarr», compuesta por Depp en homenaje a la célebre actriz e inventora.
Esa vocación musical ha tenido ahora un eco solidario inesperado. El protagonista de «Piratas del Caribe» ha donado 75.000 dólares (unos 65.000 euros) al Centre Instructiu i Musical (CIM) de Massanassa, cuya sede quedó destruida por la dana del 29 de octubre de 2024. Gracias a su aportación, la entidad podrá habilitar un nuevo local social y recuperar parte de su actividad.
“Una de las condiciones que puso Johnny Depp para hacer la donación fue que la entidad beneficiaria debía ser educativa y musical”, explica Juan Luis Hortelano, empresario y presidente de Startup Valencia, que ha actuado como intermediario entre el artista y la sociedad musical. Una tarea que, reconoce, no fue sencilla: “El equipo de Depp se puso en contacto conmigo a finales de enero o principios de febrero, y no ha sido hasta esta semana cuando se ha confirmado la donación. Hemos pasado tres meses reuniendo documentación para el auditor de la empresa que gestiona el pago, hasta obtener el visto bueno”.
Los orígenes de la colaboración
El vínculo entre Depp y el CIM de Massanassa tiene su origen en noviembre de 2024, pocos días después de la riada. Aquel mes, el actor participaba en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, donde presentó su segundo largometraje como director, «Modi, Three Days on the Wing of Madness». En una rueda de prensa, expresó su apoyo a los afectados por la daba y destacó “la resiliencia y la fuerza del pueblo español”.
Por entonces, Hortelano ya trabajaba desde su empresa en Torrent en la zona cero de la catástrofe, primero asesorando a cientos de negocios destruidos por la riada y después coordinando iniciativas solidarias. En colaboración con la asociación Admundi, puso en marcha una red de recaudación de fondos que llegó a reunir cerca de un millón de euros en ayudas directas e indirectas.
“Una de las iniciativas fue Adopta un Colegio, con la que se otorgaron ayudas económicas por valor de 100.000 euros, beneficiando a más de 30 centros educativos en 15 municipios”, explica Hortelano. El proyecto no solo ayudó en la reconstrucción y mejora de infraestructuras, sino que también proporcionó mobiliario, material educativo y más de 300 ordenadores y dispositivos digitales.
El CIM arrasado
“Por alguna razón, Johnny Depp conoció la iniciativa Adopta un Colegio y su equipo se puso en contacto con nosotros. Nos dijeron que el actor estaba muy sensibilizado con lo ocurrido en Valencia y que quería colaborar”, recuerda Hortelano. La única condición, añade, era que el proyecto estuviera vinculado a la educación y la música. No fue difícil cumplirla: en l’Horta Sud —como en casi toda la Comunitat Valenciana— abundan las sociedades musicales que enseñan a tocar instrumentos a personas de todas las edades.
Solo quedaba elegir cuál de ellas necesitaba más ayuda. La respuesta llegó de la mano de David Nieto, un vecino de Alfafar que durante la dana creó una red para conectar donantes de toda España con familias damnificadas de l’Horta Sud y con voluntarios que trasladaban electrodomésticos a las viviendas afectadas. Fue él quien informó a Hortelano de la difícil situación del CIM de Massanassa, una entidad con un centenar de músicos entre la banda titular y la juvenil, otro centenar de alumnos y 16 profesores.
La sede del CIM estaba situada en un sótano donde se almacenaban instrumentos, equipos informáticos, fotografías y documentos administrativos. También contaban con un pequeño escenario para ensayos y actuaciones, con su mobiliario y material. Todo quedó arrasado por el agua y el barro.
“En el archivo teníamos partituras hechas a mano con plumilla, con cien años de antigüedad. Eran verdaderas obras de arte. Eso ya no lo podremos recuperar”, lamentaba entonces el presidente del CIM, Jesús Mateo, quien cifraba las pérdidas materiales en al menos 200.000 euros. La riada también destruyó el IES Lluís Vives, donde la banda realizaba sus ensayos.
Del pasodoble a «Piratas del Caribe»
Pese a todo, la sociedad musical ha ido recuperando poco a poco la actividad. Primero con clases y ensayos telemáticos, y después gracias a la solidaridad de otras agrupaciones, como la Societat Musical l’Artesana de Catarroja, que les cedió su local para preparar el tradicional concierto de Navidad. Actualmente ensayan en el patio de butacas del auditorio, a la espera de poder acondicionar el nuevo local social con la ayuda de la donación de Depp.
“Vamos a intentar contactar con él de algún modo para agradecerle el gesto”, asegura Hortelano. “Sabemos que es difícil hablar con él directamente, pero el presidente del CIM ya me ha dicho que, si hace falta, cambian el pasodoble con el que suelen abrir sus conciertos por la banda sonora de ‘Piratas del Caribe’”, bromea.
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