Ricky Rubio está de vuelta en las pistas y su regreso con el Joventut Badalona no ha podido tener mejores sensaciones, en lo colectivo e individual. El base de 34 años está siendo una pieza esencial del esquema de Dani Miret y la Penya se sienta en cuarta posición en la Liga Endesa, con un balance de 3-1. Sobre su retorno al baloncesto y al club que le vio crecer, Rubio habló en una entrevista para el ‘El Larguero’ de Cadena SER.
Las palabras de Ricky Rubio un mes después de su regreso al Joventut
«Últimamente me han recordado mucho esa primera temporada [en el Joventut], son 20 años y pasa rápido. Esto está cambiado, pero la esencia sigue y hay incluso personas que se mantienen. Es verdad que en Badalona recuerdo ver el baloncesto desde muy pequeño en las calles, de hablar con mis amigos… El fútbol domina mucho, pero esta es una ciudad diferente».
Ricky, que promedia 13,5 puntos y 6,8 asistencias en los cinco primeros partidos, fue preguntado por sus buenos números: «Bah, no he vuelto por eso. Al final es algo que ya no me preocupa nada. Es algo que me ha obsesionado, que me llegó a perjudicar, el pensar tanto en números. Y se está perdiendo un poco que el baloncesto es un deporte de equipo y que las sensaciones son diferentes a las cifras. Se ha quedado un poco obsoleto que los números sean el impacto real del jugador».
Sobre el momento en el que sintió que quería volver a jugar a baloncesto: «Cuando terminé en el Barcelona hablé con el Joventut, pero tenía esas sensaciones de que aún no estaba funcionando. Así que en agosto tomé una decisión muy dura: darme un año entero, pasara lo que pasara. Y es muy duro, porque durante ese tiempo, cada día se acerca más la retirada, lo noto, pero lo lucho para aguantar hasta junio y tener un año entero. En abril me pasan cuatro o cinco cosas que parecía que estaban hablándome, y decidí escuchar. En mayo dejé que esa sensación creciera dentro de mí y a finales de mayo, aunque no estaba 100% seguro, tomé la decisión».
«El Mundial lo disfruté mucho, pero la presión que me puse y me he puesto siempre ha sido inhumana. Incluso robótica en muchos momentos. Pero ojalá pudiera haber disfrutado más del momento para que no me frenara. Donde realmente lo paso muy mal es cuando en 2022 estoy haciendo todo lo que es posible, me lesiono y estoy un año entero como un robot intentando volver. Vuelvo a debutar en Portland un 12 de enero y el 13 de enero es el cumpleaños de mi hijo. Y están celebrándolo todos aquí en España. Termina el partido, me voy sólo a la habitación y digo, ‘¿para qué?’. Me derrumbé en la habitación después de estar 10 minutos en pista y hacer 9 puntos. Por números no era».
Y ahora, vuelve a disfrutar del baloncesto como nunca: «Antes iba a los partidos casi con miedo. La tensión aún la tengo, pero era una presión que no le recomiendo a nadie. Cada partido era un examen y no disfrutaba. Ahora los veo con otra perspectiva y los números están siendo casi mejores que en otras temporadas. Pero no es eso… Es cuestión de actitud, de divertirme y estar presente en el momento».
Foto: acb Photo / Fermín Rodríguez
Sigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos