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Se ha dado a conocer que YouTube TV, la plataforma de televisión de pago de Google, dejó de transmitir las cadenas de Disney, incluyendo ESPN, ABC, FX, Nat Geo, Nat Geo Wild, Disney Channel y ABC News Live. Esta decisión llegó después de semanas de intensas negociaciones que no lograron concretar un acuerdo de licencia entre ambas compañías. Según confirmó Reuters, los canales fueron retirados antes de que el contrato vigente expirara oficialmente.

Este movimiento marca uno de los momentos más tensos en la relación entre grandes distribuidores de contenido y plataformas de streaming de televisión en vivo en Estados Unidos.

Desde la perspectiva de la plataforma, la oferta de Disney habría implicado un aumento significativo en los costos para los suscriptores, además de favorecer directamente a los servicios de streaming de la propia Disney, como Hulu + Live TV. Por su parte, Disney argumentó que YouTube TV no estaba dispuesto a pagar tarifas consideradas justas para el valor de su contenido.

Para los suscriptores de YouTube TV, la desaparición de las cadenas de Disney representa un cambio significativo en la oferta de programación. ESPN y ABC son marcas centrales que atraen audiencias masivas, desde eventos deportivos hasta noticias y entretenimiento familiar.

Este caso también evidencia la creciente complejidad del ecosistema de la televisión de pago en Estados Unidos. Tradicionalmente, los acuerdos de licencias permitían a plataformas como YouTube TV consolidar una oferta robusta de canales lineales y contenido en vivo. Sin embargo, con el auge de los servicios propios de streaming y la competencia directa de plataformas como Disney+, las compañías mediáticas están reevaluando sus estrategias para maximizar ingresos y control sobre la distribución de su contenido. La disputa con Disney es un ejemplo de cómo las negociaciones ahora no solo se centran en tarifas, sino en la influencia sobre la distribución y el posicionamiento competitivo frente a plataformas rivales.

Además, la situación podría acelerar la transición de los consumidores hacia modelos de consumo más fragmentados, en los que los usuarios combinan servicios directos de streaming con paquetes de televisión en vivo más limitados. Mientras YouTube TV ha logrado mantener acuerdos con NBCUniversal y Fox para asegurar contenidos clave como “Sunday Night Football” y “America’s Got Talent”, la salida de Disney introduce incertidumbre sobre la continuidad de otros contenidos populares que forman parte de la oferta básica de televisión de pago.

Otro aspecto importante de este conflicto es su impacto en el mercado de derechos deportivos. ESPN, que forma parte del paquete de Disney, es un canal central para la transmisión de eventos deportivos en vivo, desde fútbol hasta torneos universitarios. Su ausencia de YouTube TV podría llevar a los aficionados a buscar alternativas para seguir sus deportes favoritos, ya sea recurriendo directamente a servicios de Disney o explorando otras plataformas de televisión en vivo. Este tipo de movimientos subraya cómo la estrategia de distribución puede afectar directamente los hábitos de consumo y la lealtad de la audiencia.

Mientras las plataformas intentan mantener suscriptores ofreciendo variedad y valor, los propietarios de contenido buscan maximizar ingresos y posicionamiento estratégico en un mercado que ya no depende exclusivamente de la televisión tradicional.

En última instancia, la salida de Disney de YouTube TV pone de manifiesto la transformación del panorama mediático estadounidense, en la que los acuerdos de licencias, los derechos deportivos y la estrategia de streaming están cada vez más entrelazados. Para los consumidores, esto significa una oferta más fragmentada pero también una oportunidad de explorar nuevas combinaciones de servicios según sus necesidades y preferencias.

Disney + en cifras

En ese sentido, a finales de 2024, Disney+ contaba con aproximadamente 154 millones de suscriptores, una cifra notable si se considera que la compañía inicialmente esperaba alcanzar entre 60 y 90 millones ese mismo año, según datos de Statista. En comparación, aunque Netflix sigue siendo el mayor proveedor de vídeo bajo demanda por suscripción (SVOD) a nivel mundial, le tomó casi una década alcanzar números similares, incluso operando en un mercado con menos competencia.

Para lograr rentabilidad, Disney reconoció que ya no podía depender únicamente de sus suscriptores y anunció varias medidas de reducción de costos en su negocio de venta directa al consumidor. Una de las estrategias más exitosas ha sido el lanzamiento de la opción con publicidad: actualmente, uno de cada cuatro usuarios de Disney+ está suscrito a este plan, y se estima que los ingresos publicitarios generados en Estados Unidos crecerán más de 300 millones de dólares entre 2023 y 2025, rifiere Statista.

 

 

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