Ideales y/o teorías conspiranoicas aparte, lo de Marcos Llorente es de otro planeta. Bestial. 31 partidos consecutivos jugando cada minuto… sin despeinarse siquiera. Un hito que no está al alcance de cualquiera y que habla muy bien de su físico privilegiado, su versatilidad, su ‘inmunidad’ a las lesiones o su pulcritud defensiva para evitar cumplir ciclo de tarjetas. Para quitarse el sombrero.
A cualquier entrenador le encantaría contar con un futbolista como Llorente. Es sinónimo de garantía. Cumplidor. Lo pongan donde lo pongan. Antaño mediocentro clásico, pero reconvertido a lateral derecho – incluso carrilero – por Diego Pablo Simeone. Un tipo completo no, lo siguiente: fiable en tareas defensivas, recuperador, tácticamente inteligente, técnico, llegador, voluntarioso… y un largo etcétera.
Su privilegiado físico le permite ofrecer las mismas prestaciones en el minuto 0 que en el 90′. Cuando al resto de ‘mortales’ les flaquean las piernas, él continúa como si nada, recorriéndose la banda derecha con esa explosividad que tanto le caracteriza. Así lo avalaron sus estadísticas en el triunfo ante el Betis: líder en recuperaciones (siete, empatado con Giuliano) y en acciones con balón (66), 87% de acierto en el pase y ganador en ocho de los 13 duelos que disputó.
Llorente y diez más
Sin descanso desde el pasado 4 de marzo. Pleno de minutos en LaLiga, Champions League, Copa del Rey y Mundial de Clubes. En lo que va de curso lleva disputados todos los minutos posibles en los 10 compromisos ligueros y los tres de Champions del Atlético de Madrid. No es el único futbolista de Primera División que acumula 900 minutos en sus piernas: Catena (Osasuna), Zubeldia (Real Sociedad), Ratiu (Rayo), Natan (Betis), Febas (Elche), Tárrega (Valencia), Valjent y Raíllo (Mallorca). Pero todos ellos se tomaron un respiro entre semana, en Europa o en esta primera ronda de Copa.

Marcos Llorente, con el Atlético de Madrid / EFE
Es el comodín de un Simeone que alabó su proeza física en la previa de la visita del Sevilla: «Es un gran profesional y esperamos que pueda seguir trabajando de la misma manera de aquí para adelante». Y no debe descartarse, pues, que regrese a su posición natural ante la ausencia de Barrios y la inactividad de Cardoso. Un movimiento que abriría las puertas a Nahuel Molina o a Marc Pubill, los futbolistas de la plantilla – a excepción de Carlos Martín y Juan Musso – con menor participación en esta 25/26.
Convencido de que los aviones liberan sustancias tóxicas en la atmósfera para manipular el clima o afectar a la salud de la población – teoría conocida como ‘chemtrails’ -, apunta a ‘cascarse’ otros 90 minutos ante el Sevilla este sábado. Está por ver si el Cholo opta por dar un respiro – por pequeño que sea – a un Llorente cuya meta es la de estar en el próximo Mundial.