En la letra de una de sus canciones, Katy Perry decía lo siguiente: «Lo he aceptado, el amor no era para mí». Sin embargo su vida sentimental muestra todo lo contrario (por suerte para la cantante). Después de muchas especulaciones, por fin la intérprete de Dark Horse ha hecho oficial su relación con Justin Trudeau, quien fue primer ministro de Canadá.

Esta semana, la artista y el político lo han confirmado al aparecer juntos en París, entrando a un local para lo que podría haber sido el 41 cumpleaños de la artista. Así que para Perry no es solo un cumpleaños especial, sino el comienzo de una etapa sentimental nueva después de su mediática separación con Orlando Bloom en julio de este año.

Quien crea que el amor solo da una oportunidad, tiene el ejemplo de Katy Perry para cambiar de idea. Todo empezó el pasado mes de agosto, con la circulación de rumores de que estaba sucediendo algo más que una amistad entre la diva del pop y el político. Una serie de especulaciones que dieron comienzo cuando los paparazzi les descubrieron saliendo juntos a cenar.

Poco después aparecieron disfrutando de un día en el mar en un yate, así si ya había rumores en torno a ellos, cogieron aún más fuerza. En el barco de la cantante, tanto Katy como Justin se mostraron muy cariñosos, por lo que era innegable que el romance estaba floreciendo entre ellos.

Más allá de las imágenes captadas por fotógrafos profesionales, en redes sociales la cantante todavía no ha mostrado ninguna imagen con Justin. Su perfil está muy centrado en su trabajo con fechas y vídeos de conciertos, aunque sí que al retroceder un poco en el tablón de la artista aparece una publicación en la que promociona el proyecto de su expareja, la última película de Orlando Bloom, The Cult.

Pero lo cierto es que tampoco les ha hecho falta dar el paso de compartir en el Instagram de la intérprete, con la primera aparición en público de la pareja han dado un paso más en su relación. Y es que para la alegría de los fans de Katy Perry, esta aparición de su ídolo y su nuevo novio de la mano, entrando al local parisino, no hace otra cosa más que asegurar que las cosas van muy en serio con el exprimer ministro.

El amor como refugio

Lo que resulta interesante es el crossover entre un político canadiense y una estrella del pop internacional, pero lo cierto es que sus puntos de unión son más de los que podría parecer en un principio. Justin ha estado varios años casado con una presentadora de televisión y profesora de yoga. Tras 18 años juntos, en los que tuvieron 3 hijos, se divorciaron. Dos años después de aquel punto y final, le habría dado una nueva oportunidad al amor.

Por lo pronto, analizando tanto el recorrido sentimental de los dos, han experimentado de primera mano lo que es el compromiso así como haberle puesto fin a relaciones tan significativas. Tras una experiencia así, el concepto del amor cambia, madura y se priorizan otros aspectos en los futuros vínculos. También comparten el conocer la responsabilidad de la paternidad, así como la complejidad de navegar entre las dinámicas del coparenting.

Y no se puede olvidar que, por sus respectivas carreras, tanto Katy Perry como Justin Trudeau están acostumbrados a la presión pública. Así que para ellos esta sería la ocasión de tener una relación con altas dosis de comprensión (al contar con una persona al lado que entiende esa búsqueda del equilibrio entre lo personal y lo profesional). Por otro lado, un gran aliciente es que pueden ofrecerse mutuamente ese espacio de seguridad donde no tienen que responder a las expectativas del personaje público.

Así que más que entrar en una relación marcada por la exhibición pública, sus contadas apariciones en contraste con la gran complicidad de la que hacen gala, podrían ser la prueba de cuánto valoran la autenticidad y la estabilidad en su vínculo, donde pueden ser ellos mismos. En definitiva, Katy y Justin han encontrado a alguien con quien construir una relación adulta consciente, que pondría el foco en la paz que genera compartir las pequeñas cosas de la vida cotidiana, lejos de los focos.