Alfonso Torices

Viernes, 31 de octubre 2025, 15:50

| Actualizado 16:15h.

La toma de Ozempic, un medicamento inicialmente desarrollado para controlar la diabetes tipo 2, es ya la primera opción de los españoles como sistema para perder peso. Así lo indica el estudio Salud y Estilos de Vida de los españoles, realizado por la aseguradora Aegon.

La popularidad de este fármaco como herramienta de adelgazamiento se disparó a través de las redes sociales, que destacaron su capacidad y rapidez a la hora de reducir el peso gracias a que disminuye el apetito y mantiene más tiempo la sensación de saciedad tras las comidas, y se ha consolidado con su uso por parte de muchos médicos en la lucha contra la obesidad.

La conversión de Ozempic en herramienta principal para adelgazar ha sido meteórica. Su uso por los españoles con este fin prácticamente se ha duplicado en solo doce meses y ha superado a las dietas más populares. Hace solo un año el fármaco era la cuarta opción elegida por los ciudadanos para perder peso, con una preferencia del 11%, y hoy es la primera opción, con casi el 19%. Es el sistema que usa ya uno de cada cinco españoles que busca adelgazar, que cada vez en mayor número apuestan por los métodos más efectivos y rápidos.

Quienes más usan este fármaco son las mujeres, los habituales de las dietas y los que creen que tienen una alimentación insana

El Ozempic ha desbancado en el último año a las dos estrategias más frecuentes en España, la dieta keto y la disociada. La primera, que ocupa aún así el segundo lugar de las preferencias, con un 18% de usuarios, es la que restringe drásticamente el consumo de carbohidratos (pan, pasta, arroz, cereales, azúcares) y potencia el de grasas sanas para perder peso al obligar al organismo a quemar más grasa almacenada. La segunda, la preferida del 17%, aún en tercer lugar, pero en retroceso, es la que no mezcla determinadas clases de alimentos (normalmente proteínas y carbohidratos) en la misma comida. En cuarto lugar y en ascenso, con el 14%, está la dieta ‘fasting’, un sistema de ayuno intermitente que alterna períodos horarios de ingesta como otros de ayuno.

El estudio indica que los perfiles de quienes más usan este medicamento para reducir peso o que están dispuestos a hacerlo son los que se declaran insatisfechos con su aspecto físico, los que han hecho dieta en el último año, los que piensan que tienen una alimentación poco saludable y, con diferencia, las mujeres.

Poco control profesional

Los españoles, cuando se les pregunta por qué usan estos fármacos o dietas, lo que con mayor frecuencia aducen es el esfuerzo por mantener o reducir su peso y el objetivo de mejorar su alimentación. La primera razón la citan seis de cada diez y la segunda la mitad. Pero el argumento que más ha crecido en el último año, el que empuja al 41% a perder peso, son los motivos de salud, que han subido casi cuatro puntos. De forma más minoritaria dan otras tres razones: ponerse a dieta por concienciación medioambiental y respeto a los animales (12,8%), por cuestiones económicas (10,7%) o por influencia externa (9,6%).

Un dato negativo es que los españoles que utilizan dietas o sistemas de adelgazamiento y se han puesto en manos de un profesional para que les aconseje y supervise no llegan a la mitad y son algunos menos que un año antes. La parte buena es que quienes buscan asesoramiento para poner en marcha estos planes recurren en la mayoría de casos a expertos (el 44% al médico y el 36% a otros profesionales), por ser a quienes otorgan más credibilidad. No obstante, un 9% se fía es de los consejos de amigos y familiares, un 6,5% de personajes famosos o ‘influencers’ y casi el 4,6% toma la decisión después de informarse por medios de comunicación o redes sociales.

Reporta un error