El Festival Terroríficamente Cortos concluye ayer su 14ª edición en Palencia tras reunir 23 cortometrajes en tres sesiones celebradas los días 30 y 31 de octubre y 1 de noviembre en los Cines Ortega. Las obras, seleccionadas entre 415 inscripciones, han ofrecido una panorámica del mejor cine fantástico y de terror en formato breve. Tras cada pase, los equipos han presentado sus trabajos y el público ha emitido su voto mediante QR, consolidando la participación como seña del festival.
Como anticipo a la competición, el certamen proyectó dos largometrajes de referencia: El día de la bestia (Álex de la Iglesia), coincidiendo con su 30.º aniversario, y Exit 8, completando así un programa que ha dialogado con la historia y la actualidad del género. Ambas sesiones se celebraron en los cines Ortega de la ciudad.
La asistencia ha sido sobresaliente, con salas con una ocupación muy elevada a lo largo de las tres noches que ha durado la Sección Oficial y un ambiente entusiasta en los coloquios, confirmando el excelente estado de forma del festival y el interés del público palentino por el cine de género.
El cine fantástico y de terror brilla en la ciudad – Foto: Sara MuniosgurenDe forma paralela, el Centro Cultural Lecrác ha acogido la exposición de fotografía del festival, con 19 obras seleccionadas que han podido visitarse durante estos días. El festival ha reforzado la vertiente visual en cuanto al contenido y su vínculo con la ciudad.
Desde sus orígenes, se ha apostado por abrirse a la ciudadanía con nuevos facetas más allá de la proyección de cortometrajes, integrando actividades paralelas que amplían la experiencia del género fantástico y de terror. La muestra fotográfica es un claro ejemplo de esa voluntad: trasladar el universo del miedo, lo fantástico y lo inquietante al registro de la imagen fija. Las obras seleccionadas, de fotógrafos de procedencias muy diversas, ilustran la muestra, que ofrece una visión global del género en clave creativa hasta el día 9.
La obra ganadora del primer premio, Pazuzu, alude al mítico demonio homónimo, mientras que Ersébeth Bathory juega con la leyenda vampírica de Erzsébet Báthory, y Cucú apunta a un recurso más sutil e inquietante.
Un año más, la empresa Sociograph ha aplicado su medición neurosensorial para otorgar el Premio al Corto más Impactante, integrando herramientas científicas en la experiencia de sala y en el análisis de la respuesta del público.
Con este cierre, Terroríficamente Cortos reafirma su condición de cita de referencia del cine de género en Castilla y León, combinando proyecciones, diálogo con los creadores y actividades expositivas para acercarías a nuevos públicos.