Este domingo 2 de noviembre, día de los Fieles Difuntos, ha fallecido en su casa a sus 85 años el maestro jerezano Rafael Soto Moreno, Rafael de Paula. De Paula siempre ha sido considerado por muchas generaciones como una figura irrepetible del toreo, por … su estilo imprevisible y no menos por su profundo arte, y deja una huella profunda difícil de igualar en toda la historia de la tauromaquia. Se trata sin temor a equívoco de uno de los nombres que siempre han brillado con luz propia sobre el albero, por su capacidad de sentirse torero dentro de una plaza y también ya desde hace décadas lejos de ella.
Nacido en un barrio de compás y duende como es el de Santiago, siendo hijo de Francisco Soto y Tomasa Moreno, Rafael de Paula tomó la alternativa en la localidad malagueña de Ronda en 1960 y confirmó su doctorado en Madrid catorce años después, en 1974. Pese a que su carrera fue intermitente, el jerezano terminó oficialmente en el año 2000, aunque continuó ya de forma más esporádica. Este domingo por la tarde ha trascendido la noticia de su fallecimiento, a cuya memoria se unen ya amigos y compañeros que lo trataron en vida.
El diestro jerezano, de etnia gitana, fue reconocido en 2002 por el Ministerio de Cultura del Gobierno de España, que le homenajeó con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes su contribución desde su faceta como matador de toros. «No soy un torero artista, sino un torero de arte, que es distinto», fueron algunos de los tantos titulares que el diestro regaló a los amantes de la fiesta. Sus apariciones mas mediáticas le han llevado siempre a mostrar una capacidad innata para reinterpretar el toreo y convertirlo en algo suyo.
Jerez de la Frontera sigue impactada por la pérdida de uno de sus más ilustres vecinos. De Paula destacó especialmente con el capote, y maravilló con verónicas a diestro y siniestro en las faenas de los años 60 y 70. Recibió la alternativa en la plaza a manos de Julio Aparicio, con ganadería de Atanasio Fernández. Se llevó una placa en la plaza de toros jerezana por una faena extraordinaria en 1979 y desde que se cortó la coleta, dejó numerosas improntas relacionadas con el pensamiento en general y de la tauromaquia en particular.
Corrida de Prensa en la Plaza de Toros de Las Ventas, con toros de Victorino Martín. Rafael de Paula en un pase de pecho en una corrida de 1975
Ángel Carchenilla
Un «ave» sobre el albero y la predilección por Joselito
«Yo no he sido nada. Yo, solamente, he sido, mire usted, un ave que he emigrado y he podido llegar al sitio y luego he podido volver. Un ave que ha hecho ese viaje y he vuelto con muchas fatigas y en estado agónico. Yo he tenido el toreo en mis manos en dos ocasiones, y se me ha ido. Por eso no soy nadie. Y eso es imperdonable. Para un profesional es un fracaso», fue la reflexión de tantas cavilaciones en alguna de las entrevistas que realizó en ABC.
Otra de las grandes cuestiones que se le trasladó en su día al maestro fue sobre cuál fue en su opinión quien ocupa el trono mayor de cuantos ha habido en la historia del toreo. «Ha sido Joselito ‘El Gallo’ el que mejor ha toreado. Porque una cosa es ser buen torero y otra torear bien. Era el más grande, porque tenía o poseía las mejores condiciones de todos, sobre todos los demás, Joselito ‘El Gallo’. Ése es el mejor torero que ha parido madre de todos los tiempos. Ése es mi conocimiento y a la conclusión que llego», manifestó en su día igualmente en estas páginas.