Este pasado 29 de octubre el cometa interestelar 3I/ATLAS alcanzó su perihelio con el Sol –el punto más cercano– situándose a unos 210 millones de kilómetros. Sin embargo, a pesar de ser una de las fechas más importantes en lo que a la trayectoria del objeto celeste se refiere, no podremos realizar nuevas observaciones hasta principios de diciembre de 2025, una vez que salga del otro lado de nuestra estrella y sea visible para los telescopios terrestres nuevamente.

De hecho, uno de los momentos más esperados tendrá lugar el 19 de diciembre de 2025, cuando el 3I/ATLAS alcance su máximo punto de acercamiento a la Tierra, situándose a unas 1,8 unidades astronómicas, es decir, unos 270 millones de kilómetros de distancia. Por ello, los siguientes meses serán clave para el estudio y análisis del tercer cometa interestelar –procedente del universo profundo– que atraviesa nuestro sistema solar.

Una de las figuras científicas más interesadas en el cometa ha sido el astrofísico de Harvard, Avi Loeb, quien ha señalado en distintas ocasiones la posibilidad de que 3I/ATLAS tuviera un origen tecnológico.

«Nos preocupamos por las amenazas existenciales como la inteligencia artificial o el cambio climático, pero no hablamos de tecnología alienígena. Deberíamos hacerlo», señaló recientemente.

El aviso de Hawking

En este contexto, a tan solo pocas semanas de que volvamos a tener más noticias sobre 3I/ATLAS, cobran especial sentido las advertencias de Loeb en comparación con la advertencia de Stephen Hawking en 2010. A pesar de que el físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico británico falleció hace más de siete años, en los años anteriores reflexionó sobre los posibles peligros de un contacto con civilizaciones extraterrestres. En concreto, durante la serie documental Into the Universe, el astrofísico británico aseguró que «si los extraterrestres nos visitan alguna vez, el resultado podría ser similar a cuando Colón llegó a América, lo cual no terminó bien para los nativos americanos».

Stephen HawkingGTRES

Estas declaraciones están directamente relacionadas con la hipótesis del «bosque oscuro». Esta teoría es una solución propuesta a la paradoja de Fermi, que sugiere que el universo es un lugar peligroso donde las civilizaciones se ocultan para sobrevivir, viéndose unas a otras como amenazas potenciales. En esta teoría, cualquier civilización que se exponga podría ser aniquilada por otra más avanzada que actuara preventivamente para eliminar una amenaza futura o aprovecharse de recursos.

Sin embargo, a pesar de todas las teorías desplegadas por los expertos, la realidad es que 3I/ATLAS no supone ningún peligro para nuestro planeta.