Texto de análisis
03 nov 2025 . Actualizado a las 14:02 h.
El Real Sporting de Gijón obtuvo un punto ante la UD Las Palmas fruto de un incansable trabajo defensivo. Fue el plan de Borja Jiménez para contrarrestar la importancia de las bajas con las que contaba y, de paso, competir ante uno de los rivales más fuertes de la categoría. Analizamos en 4 claves tácticas destacadas el rendimiento de los rojiblancos:
Plan de inicio protegiendo los costados y el pasillo interior
El técnico sportinguista sorprendió de inicio alineando a sus 4 laterales de partida. El plan parecía orientado a cubrir las incorporaciones de los laterales rivales con Rosas y Pablo García como jugadores exteriores que se sacrificarían en los retornos. No fue del todo así, y es que el Sporting planteó en muchas ocasiones una línea de 6 defensas que permitiese tener superioridad por dentro ante la última línea grancanaria.
Guille quedaba pendiente de Pejiño, Kevin con Iván Gil, Diego con Manu Fuster y Pablo con Viti Rozada, dejando a los centrales encargados de su punta, Lukovic. Sólo cuando Clemente se incorporaba al ataque variaban las marcas. Un trabajo que requería de un alto grado de coordinación y concentración, interiorizando sobre todo en los jugadores de dentro la idea de saltar sobre su par sin ningún atisbo de duda. Funcionó, aunque era un plan demasiado reactivo y la línea corría el riesgo de acabar hundiéndose de más.
Marcas individuales de los centrales – laterales: el caso de Kevin
El paso de los minutos fue evidenciando un matiz. Las citadas subidas de Clemente, su lateral izquierdo, no se daban con la suficiente frecuencia como para inquietar el reparto de marcas. Eso hizo que por ese perfil Guille estuviera más pendiente de su extremo, Pejiño, y Kevin pudo ocuparse sin tapujos de Iván Gil. Tanto él como Diego Sánchez tenían la instrucción de controlar al mediapunta y al falso extremo (Manu Fuster) de los pío-pío, teniendo que abandonar su zona muchas veces por la movilidad de estos jugadores. Diego tuvo que contener más esas salidas por sumar más amenazas por ese perfil, pero no fue así en el caso de Kevin. El vigués persiguió por todo el campo a Iván Gil en un marcaje al hombre llamativo en el fútbol actual. El Sporting pasó a dibujar habitualmente una línea de 5 desde el ecuador del primer tiempo, y al capitán rojiblanco se le pudo ver prácticamente en cualquier zona del terreno de juego. Un trabajo sucio que tuvo incidencia en lo particular, desactivando al mediapunta amarillo, y en lo colectivo, como analizamos a continuación.
Dani Souto
Paso adelante del bloque con el cambio de sistema
Referente a lo colectivo, el paso a una defensa de 5 permitió al Sporting mantener su defensa algo más alta, más alejada de su área, como pretendía en un inicio. La lesión de Kevin al poco del paso por vestuarios remarcó el nuevo sistema, pasando a una especie de 5-4-1 con tres hombres repartiéndose las marcas en el medio del campo (Gil, Loiodice y Amatucci), mientras Diego seguía pendiente de Fuster y Pablo García como carrilero vigilando a Viti. El único que tenía algo más de libertad de movimiento, aunque saltando sobre el lado izquierdo en salida de Las Palmas, era Gelabert. En un primer momento, el cambio de posicionamiento de los mediocampista exigió que poco a poco se fueran amoldando y coordinando para asentar al equipo. Ese tramo transitorio hizo que de primeras el bloque se hundiera con algunas posesiones largas de los canarios, momento en el que sumaron su mejor ocasión del partido con un tiro al palo, pero luego lograron dar ese paso adelante para alejarlos del área y que prácticamente no fueran capaces de generar situaciones de peligro, entrando además en una fase del partido de mayor intensidad y menos fútbol.
Dificultades para salir y progresar con balón: escasez de ocasiones
Sea como fuere, con un sistema u otro, lo cierto es que al Sporting le costó salir con el balón controlado a lo largo de todo el partido. Apenas hubo posesiones largas que valorar, y la lucha de Amadou con los centrales rivales fue demasiado solitaria y, en definitiva, infructuosa. Prácticamente, se puede decir que faltó la mitad del plan por desarrollar al priorizar únicamente la faceta sin balón. El Sporting leyó bien el partido en la faceta defensiva, pero se olvidó de atacar. Obviamente, es fútbol y son más de 90 minutos de juego, hay mil opciones de poder generar alguna llegada, sea con un saque de banda, una combinación por fuera o un robo en salida inteligente de Pablo García, pero el partido fue muy plomizo del Sporting en ataque, casi como si el 0-0 fuese el mayor premio al que se podía aspirar. Un plan excesivamente reactivo.
Los cambios
Manu Rodríguez por Kevin. Certificó el cambio de sistema que ya se había producido, si bien influyó más en el reparto de marcas en el medio. Apenas se notó que fuese el debut del chaval en casa, a buen nivel en general con y sin balón, aunque se notaba tensionado, como es normal. Con tiempo se soltará.
Caicedo por Amadou. Hombre por hombre en la delantera, sin efecto alguno ya en la recta final del partido.
Notas: Smith lidera a un Sporting con 6 notables en la portería a 0 contra Las Palmas
Alejandro Vigil Morán
Nota a Borja Jiménez y el resto del cuerpo técnico
Suficiente. Un buen planteamiento defensivo, derivado del estudio de las características del rival y de la idea para ponerle freno, y también una correcta lectura en el transcurso del partido, pero siendo una idea que limitó y mucho las posibilidades del Sporting de dañar. El equipo no tuvo amenaza, e incluso con ese plan tan reactivo, las mejores ocasiones fueron visitantes, incluyendo un disparo al poste y una salvada de Yáñez. La nota sería mayor si solo contase la defensa, pero el partido se quedó verdaderamente corto con balón. Se entiende que las bajas y el rival te condicionen, pero no deberían marcarlo todo como en esta ocasión.
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Sporting de Gijón