Volvió Joaquim Grave, el ganadero portugués de Murteira a cumplir con éxito en su cita anual con Azpeitia. Una gran corrida de toros, perfectamente … presentada, seria, con trapio, con cuajo y que a poco que los toreros pusieran de su parte se dejaba siempre que las cosas se hicieran bien.
Abrió el cartel Paco Ureña, torero muy querido por el publico de esta plaza. Torero capaz, artista, honrado y valiente carta cabal. Comenzó la faena a su primero, de rodillas, en el platillo del ruedo como si de un novillero se tratase. Toreó por ambos pitones pecando de un cierto encimismo y aguantando alguna tarascada de su oponente, Aunque mató de una estocada casi entera tuvo que conformarse con una vuelta al ruedo. En el cuarto, pases por alto de comienzo, seguidos de ayudados en redondo con mucha suavidad dándole la salida por arriba. Por el otro pitón la cosa no estaba tan clara, pero lo resolvió con la maestría que da el oficio. El fallo con el descabello le privó quizás de una oreja.
Cuando un torero tiene su momento, todo lo que hace parece fácil; en ese momento está Borja Jiménez. Verle torear es disfrutar de cada pase. Un toreo alegre, aunque profundo, con clase, con reposo, con temple. En su primero después de tres inverosímiles pases cambiados otros tres inmensos pases en redondo, limpios, mandando, rematados con un elegante cambio de mano. Jugando con la distancia otras dos tandas espectaculares para pasar al pitón izquierdo en que terminó ganándole completamente los terrenos al toro. Mas toreo del bueno, adornos, desplantes, estocada, descabello y una merecida oreja. Tuvo los dos apéndices del quinto en su mano, pero pinchó y perdió uno, lastima. Algunos naturales fueron muy largos, intensos. Bonito final con ayudados por alto, molinete y pase de pecho.
Cerró el cartel Tomás Rufo. Aunque cortó una oreja al sexto, en mi opinión se equivocó en el planteamiento de su faena. Habría que decirle que todos los toros no tienen esa faena única y uniforme que vemos tantas tardes. Estatuarios, toreo por un pitón, adornos, toreo por el otro pitón, adornos, vuelta a empezar, mas adornos y a matar. En su primero, que buscaba constantemente la salida, que no se entregaba, algo parecido. Toreo de escuela, mecánico. Sin emoción y si eso falta…