Últimamente es golf es excusa habitual para ver a algunos de los mejores deportistas de la historia juntos. Declarado desde hace tiempo el pasatiempo favorito de los atletas profesionales, desde futbolistas a jugadores de baloncesto pasando por tenistas o pilotos de Fórmula 1, tiene en Rafa Nadal y Tom Brady a dos de sus mejores embajadores. Y la leyenda del tenis y su homólogo en la NFL compartieron hace poco una vuelta en el Monte Carlo Golf Club de Mónaco.
Entre golpe y golpe, Nadal y Brady discuten sus impresiones sobre la vida y el deporte, aireadas en un vídeo producido por las E1 Series, una competición de botes de carreras eléctricos en la que ambos tienen equipos. Trasluce que no es la primera vez que coinciden en el campo, y de hecho parecen mantener un pique sano. “Recuerda quién ha ganado las últimas veces”, le lanza el campeón de 22 Grand Slams al ganador de siete Super Bowls, el quarterback que convirtió a los Patriots de Nueva Inglaterra en una de las grandes dinastías del deporte norteamericano.
Después tratan varios temas recurrentes de la alta competición. “Echo de menos el sentimiento de adrenalina”, declara Rafa. “Siempre me gustó la posición de no ser el favorito. Eso a ti no te pasaba muy a menudo”, le dice Brady. “No, la verdad es que no”, contesta con una sonrisa socarrona Nadal, antes de confesar que después de Roland Garros “el US Open” es el Grand Slam que más le gustaba. “Al principio era duro para mí, pero terminé disfrutándolo mucho”, completa.
“No echo de menos ser golpeado constantemente”, se sincera por su parte Brady. “Sí pasar el balón, que es lo que siempre se me dio bien. Como para ti una buena derecha”. El gen ganador no termina de abandonar nunca a los deportistas de este calibre, como reconoce Rafa: “Ahora lo que más me gusta es competir en el golf”, dice mientras se suceden golpes más que aceptables de dos amateurs con buenos hándicaps.
El encuentro termina con un concurso de closest to the pin en el que afloran nuevas confidencias. “Son completamente diferentes. Novak es más lineal, más predecible, pero al mismo tiempo a mí me resultaba más difícil tener una estrategia. Para ganarle tienes que jugar un tenis increíble, cuidar los pequeños detalles. Contra Roger los partidos quizá eran más interesantes para la gente. Con él sí que tenía un método muy claro. Hubo un año en el que perdí un montón de finales con Novak. En 2011. La de Indian Wells, Miami, Madrid, Roma, Wimbledon y el US Open, y el año siguiente la del Open de Australia. Cuando se repite tanto un enfrentamiento es complicado cambiar dinámicas. Es duro mentalmente. Pero es lo bonito de nuestro deporte. A veces hay que aceptar que el otro ha sido mejor que tú”, afirma Rafa preguntado por sus rivalidades con Djokovic y Federer.
“Básicamente nosotros trabajamos siete días a la semana durante cinco meses. Es como una maratón. Pero el fútbol americano es muy táctico. Estás todo el rato tratando de ganar pequeñas ventajas en cada jugada. Es como una orquesta. Yo paso la bola, no puedo correr ni bloquear, así que tengo que confiar en otros. Y eso lleva tiempo y práctica. Si te preocupas por lo que tienen que hacer los demás eres indeciso. Y yo tuve mucha suerte porque confiaba mucho en los jugadores con los que jugaba. Cuando llegaba el momento, podía cerrar los ojos y sabía lo que tenía que hacer”, desgrana cómo es el fútbol americano de élite Brady para rematar un diálogo de gran campeón a gran campeón.
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