La quinta y última temporada de Stranger Things llega a Netflix con escándalo incluido: la protagonista ha demandado a su compañero por «acoso e intimidación». Sucedió hace varios meses, antes de que el equipo se reuniera por última vez para rodar la despedida de la que ha sido una de las series más exitosas de los últimos años y que, precisamente, lanzó a la fama a Millie Bobby Brown. La actriz, convertida hoy en toda una celebridad, ha acusado a David Harbour, que interpreta a su padre adoptivo en la ficción, de «acoso, intimidación y bullying».

Según Daily Mail, la demanda formal consta de «páginas y páginas de acusaciones» por parte de Brown, de quien asegura que ha sobrepasado «todos los límites». Eso sí, dejan claro que en ningún momento se refiere a conductas sexuales. La joven, casada desde hace pocos meses con Jake Bongiovi, ha estado acompañada por un representante legal durante todo el rodaje de la quinta temporada, por lo que han sido semanas muy complicadas para todo el equipo y especialmente para ella.

La demanda de Millie sigue su curso mientras que la productora de Stranger Things ha iniciado una investigación interna para clarificar los hechos pero no ha querido dar declaraciones.

La noticia ha supuesto un auténtico jarro de agua fría para los seguidores de la serie, porque Brown y Harbour siempre se mostraron muy cómplices y cercanos delante de las cámaras. En photocalls y promociones era habitual verlos charlar, reír e incluso abrazarse. La química era total. Nada extraño teniendo en cuenta que cuando se conocieron Millie tenía apenas 12 años y el actor actuó como compañero y como mentor, siempre protegiéndola. «Millie y yo siempre hemos tenido una relación especial porque la conocí cuando era muy joven. La conocía antes de que llegara la fama y tengo una preocupación real. Me preocupo por ella porque siempre he sentido un profundo afecto paternal por ella», dijo él en una ocasión.

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