La Casa de las Bolas, también conocida como la ‘Casa de los Picos’, en la confluencia de las calles Alcalá y Goya, recupera protagonismo más de un siglo después de su construcción. Este edificio singular, conocido por las esferas que jalonan su torreón y su inconfundible fachada de ladrillo y piedra, acaba de estrenar una nueva joya inmobiliaria: un ático reformado de 273 metros cuadrados, valorado en 3.850.000 euros, que devuelve a la finca su antiguo esplendor y la sitúa de nuevo en el centro del mapa arquitectónico de Madrid.
Proyectada a finales del siglo XIX por el arquitecto Julián Marín y ampliada por Luis Sainz de los Terreros, la Casa de las Bolas se levantó como emblema del nuevo Madrid burgués. De estilo neo mudéjar, el edificio encarnó la elegancia y la singularidad del barrio de Salamanca en su despegue: arcos de herradura, azulejos policromados y las célebres bolas metálicas que le dieron nombre. Su planta triangular, que recuerda al famoso Flatiron Building de Nueva York, le confiere una presencia monumental en el paisaje urbano madrileño, uniendo historia, estética y modernidad en un mismo punto.
Así luce el flamante ático de la Casa de las Bolas. (Cortesía)
Durante décadas, este inmueble fue testigo de la transformación de la capital y refugio de una clase media alta que veía en el ensanche madrileño el símbolo de su progreso. En la planta baja funcionó, durante casi 70 años, la popular Cervecería Santa Bárbara, uno de los locales más queridos por los madrileños. Su cierre en 2016 marcó el final de una era y dejó vacío un espacio cargado de memoria colectiva. Hoy, la nueva reforma, le devuelve parte de la vitalidad perdida.
Casa de las Bolas. (Cortesía)
El ático, de 273 metros cuadrados, cuenta con cuatro habitaciones, cinco baños y seis balcones, con orientación sureste que llena la casa de luz natural y ofrece una panorámica única sobre el cruce de Alcalá y Goya y el cercano Parque del Retiro. El inmueble combina el valor patrimonial del edificio con un proyecto arquitectónico contemporáneo que respeta la esencia de la finca regia original. La restauración se ha llevado a cabo con criterios de sostenibilidad y conservación, preservando elementos históricos e incorporando materiales nobles y soluciones tecnológicas que actualizan el confort sin traicionar la identidad del lugar.
Casa de las Bolas. (Cortesía)
Según sus promotores, Walter Haus Developments, “este proyecto representa la esencia de nuestra filosofía: respetar el legado arquitectónico de Madrid mientras ofrecemos viviendas adaptadas al estilo de vida actual”. La intervención, considerada una de las más relevantes del año en el segmento prime madrileño, refuerza la tendencia de recuperar edificios históricos para usos residenciales de alto nivel.
Casa de las Bolas. (Cortesía)
La Casa de las Bolas vuelve así a cumplir el papel que tuvo desde su origen: ser un símbolo del Madrid que se transforma sin perder su memoria. Su restauración no solo rescata un fragmento del pasado arquitectónico de la capital, sino que demuestra que el patrimonio puede convivir con la modernidad sin renunciar a su alma original.
La Casa de las Bolas, también conocida como la ‘Casa de los Picos’, en la confluencia de las calles Alcalá y Goya, recupera protagonismo más de un siglo después de su construcción. Este edificio singular, conocido por las esferas que jalonan su torreón y su inconfundible fachada de ladrillo y piedra, acaba de estrenar una nueva joya inmobiliaria: un ático reformado de 273 metros cuadrados, valorado en 3.850.000 euros, que devuelve a la finca su antiguo esplendor y la sitúa de nuevo en el centro del mapa arquitectónico de Madrid.