Con una frase que recuerda mucho al ‘whatever it takes’ de Mario Draghi para salvar el euro en la crisis financiera, Marc Murtra, presidente de Telefónica, promete «tomar todas las decisiones que sean necesarias» para guiar a la compañía hacia el crecimiento. … Una declaración de intenciones cuyo primer paso está en un recorte a la mitad del dividendo de 2026, lo que dará al grupo margen de maniobra financiero para sus operaciones, ya sean de consolidación o no.
La remuneración al accionista siempre ha sido el gran atractivo de la teleco de bandera española. Hasta ahora. La compañía ha presentado un plan estratégico en el que anuncia que el dividendo de 2025 será de 30 céntimos por acción, pagadero en diciembre de este año y junio del que viene, a razón de 15 céntimos en cada momento; para 2026, la empresa ha comunicado que se quedarán únicamente en un pago de 15 céntimos, pagadero en junio de 2027. Y el panorama a futuro lo deja en el aire ya que «el objetivo de remuneración para 2027 y 2028 se basará en un rango del 40-60% del flujo de caja libre (FCF) base para dividendo (‘payout)’, pagaderos en junio del año siguiente. Para los dividendos pagaderos a partir de junio de 2026, se propondrán, en su momento, la adopción de los correspondientes acuerdos societarios oportunos».
El plan estratégico a 2030, como ha señalado Murtra, cuenta con el «pleno respaldo» de los accionistas estratégicos. Estos son Criteria Caixa, el Estado a través de la SEPI y STC, todos ellos con una participación cada uno de alrededor del 10%. Llama la atención el apoyo de la Criteria de Isidro Fainé, cuyo objetivo en las empresas en que está presente pasa por obtener el máximo dividendo.
El recorte del dividendo es solo el principio de este plan, cuyo objetivo es volver a hacer crecer a Telefónica tras haber identificado una serie de lastres a nivel de compañía. Murtra ha identificado que existen varias áreas de mejora, entre ellas «la aversión a tomar decisiones difíciles, gran complejidad organizativa y operativa, escasa flexibilidad financiera, lentitud en la ejecución, excesivo cortoplacismo». Para salvar todos esos impedimentos, el ejecutivo presenta su nueva hoja de ruta, en la que ha trabajado el último semestre de cara a convertir a la compañía en «una operadora europea de referencia mundial».
«Ofrecer la mejor experiencia de cliente, ampliar la oferta B2C, escalar el negocio B2B, desarrollar las capacidades tecnológicas, simplificar el modelo operativo y desarrollar el talento son los seis pilares sobre los que se apoya el plan estratégico de Telefónica para los próximos cinco años», ha indicado la teleco en nota de prensa. El foco estará puesto en cuatro mercados clave: España, Alemania, Reino Unido y Brasil. Pero eso no indica que el perímetro que tienen vaya a ser el que tendrán a futuro.
Consolidación del sector
Aunque el plan no incluye oportunidades de consolidación, es decir, fusiones y adquisiciones con otras telecos, la compañía sí reconoce que está «preparada para las posibles oportunidades que se presenten en el horizonte del plan». Esto no es novedoso dentro de la estrategia de Telefónica ya que desde la llegada de Murtra el pasado enero la compañía ha machacado el mensaje de que se necesitan fusiones en España y en Europa para ganar tamaño y competir con Estados Unidos y China.
«Promoveremos la consolidación en nuestros mercados para alcanzar una escala que nos permita acometer inversiones y capturar oportunidades», es una de las frases que se lee en la presentación del plan estratégico. Telefónica recuerda que solo harán «transacciones que generen valor» en los mercados principales del grupo, que tengan «sinergias identificables de costes y de red» y continuarán su batalla de contar con términos y condiciones regulatorias «adecuadas», lo que se traduce en que seguirán insistiendo a Europa para que dé facilidades a la consolidación.
Asimismo, la teleco española afirma que hay diferentes maneras de llevar a cabo al consolidación del sector. Por una parte están las fusiones y adquisiciones tradicionales y, por otra, la «compartición de infraestructuras». Ejemplo claro de esta última pata es la sociedad conjunta de fibra que han creado con Vodafone, o los rumores que existen de otra sociedad conjunta de fibra que podrían crear con Masorange.
En cualquier caso, el grupo repite en varios puntos de la presentación que todo se hará guiado por la «disciplina financiera», con el «grado de inversión como axioma». De ahí, también, la bajada del dividendo ya que con la remuneración que tenían a sus accionistas supone detraer buena parte de los recursos que Murtra en realidad ahora quiere emplear en intentar construir la nueva Telefónica.
Más en términos financieros, los principales objetivos del plan a 2030 son de un crecimiento medio anual del 1,5-2,5% de los ingresos durante el periodo 2025-2028, acelerándose hasta el 2,5-3,5% durante el periodo 2028-2030, y Ebitda con un crecimiento ajustado del 1,5-2,5% para el periodo 2025-2028, acelerándose hasta el 2,5-3,5% para el periodo 2028-2030. «La propuesta de Transform & Grow plantea un flujo de caja libre creciente y con menor riesgo, mantener el grado de inversión como prioridad absoluta, una remuneración vinculada al flujo de caja libre y mayor flexibilidad financiera», recoge el grupo.