El Teatro Ortega recibió ayer, de la mano de la Junta de Castilla y León, la visita de Toni Nadal, entrenador y tío de uno de los mejores tenistas de la historia como es Rafael Nadal. En la conferencia, la sexta a nivel regional, se dirigió a 650 alumnos, tanto de la capital como de la provincia. Así, estudiantes de localidades como Guardo, Carrión o Venta de Baños llenaron las butacas del coliseo de la calle Colón para escuchar las claves que han llevado a Rafael Nadal a llegar a ser el número uno. El tío del extenista hizo, sobre todo, hincapié en la importancia del esfuerzo como el secreto para conseguir éxitos en la vida. Un discurso que conocieron de primera mano tres alumnos y una profesora ya que subieron al escenario para hablar con él.
Como apertura del encuento, el exentrenador de Rafa Nadal reconoció que antes de iniciar su carrera «tenía la ilusión» de que alguien entrenado por él «se convirtiese en un gran jugador».
En su intento de llevar el ejemplo de su sobrino a cualquier ámbito de la vida apuntó que «todos tenemos la capacidad de dar nuestra mejor versión sin hacer falta ser un número uno». Una de las muchas claves del éxito del extenista fue que «cada día trabajaba como si fuese una final». Pese a ello, indicó que «Rafa tenía tiempo para hacer de todo, como cualquier alumno».
Toni admitió que siempre fue «muy duro» con su sobrino. «Le hacía entrenar en pistas y con bolas en malas condiciones para que pudiese afrontar situaciones difíciles que sabía que iban a llegar. Si un día se le olvidaba el agua en un entrenamiento, ese día no bebía», sostuvo. Todo ello lo hizo «no por falta de aprecio», sino porque siempre creyó que eso «le iba a ayudar». «Por encima de todo yo quería que fuese feliz y a ello se llega a través de la satisfacción personal», destacó el protagonista de la jornada.
Llevando el caso al ámbito académico, afirmó delante de los alumnos que «aquel que aprueba por haber estudiado tiene una mayor satisfacción que el que lo hace copiando».
Pero Rafa Nadal no solo es tomado como un referente deportivamente hablando, sino por todos los valores que trasmite fuera de la pista y eso, también es gracias a su tío. «Le quise enseñar que el mayor valor de la vida es ser agradecido. Rafa siempre tuvo respeto para el número uno, para el 100, para el chófer o para la persona que limpia», detalló. Además, el manacorí puede presumir de ser uno de los pocos tenistas profesionales que nunca rompió una raqueta intencionadamente. «Es algo que vale mucho dinero y siempre le dije que hay que aceptar que las cosas no vayan bien. Es difícil controlar la pelota si no puedes controlarte a ti mismo», indicó.
Por último, también destacó el talento de su sobrino, aunque sabia que otros como Roger Federer le superaban en ese aspecto. «Para equilibrarlo, Rafael tenía que entrenar más tiempo que Roger», señaló. Sin embargo, admitió que es evidente que sin ese talento, Nadal «nunca habría llegado hasta donde llegó», que es nada más y nada menos que ganar 22 Grand Slams.