Las investigadoras Laura Ramírez Galeano y Corinne Charbonnel, de la Universidad de Ginebra, destacan que «ya se sabía que las reacciones nucleares en los centros de estrellas extremadamente masivas podían crear los patrones de abundancia adecuados. Ahora tenemos un modelo que proporciona un camino natural para formar estas estrellas en cúmulos estelares masivos».
Este proceso se desarrolla rápidamente —en un plazo de 1 a 2 millones de años— antes de que explote cualquier supernova, garantizando que el gas del cúmulo permanezca libre de contaminación por supernovas.
Una nueva ventana al universo primitivo y a los agujeros negros
Las implicaciones del descubrimiento van mucho más allá de la Vía Láctea. Los autores proponen que las galaxias ricas en nitrógeno descubiertas por el telescopio espacial James Webb (JWST) están dominadas probablemente por cúmulos globulares ricos en estrellas extremadamente masivas (EMS), formados durante las primeras etapas de formación galáctica.
«Las estrellas extremadamente masivas podrían haber tenido un papel clave en la formación de las primeras galaxias», añade Paolo Padoan (Dartmouth College e ICCUB-IEEC). «Su luminosidad y producción química explican de forma natural las protogalaxias enriquecidas en nitrógeno que ahora observamos en el universo primitivo con el JWST».
Es probable que estas estrellas colosales terminaran su vida colapsando en agujeros negros de masa intermedia (más de 100 masas solares), que podrían ser detectados mediante señales de ondas gravitacionales.
La investigación proporciona un marco unificador que conecta la física de formación estelar, la evolución de los cúmulos y el enriquecimiento químico. Así, sugiere que las EMS fueron motores clave de la formación galáctica primitiva, enriquecieron simultáneamente los cúmulos globulares y dieron lugar a los primeros agujeros negros.
Artículo de referencia:
Artículo de referencia:
Gieles, Mark et al. «Globular cluster formation from inertial inflows: accreting extremely massive stars as the origin of abundance anomalies». Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, noviembre de 2025. DOI: 10.1093/mnras/staf1314