En un adelanto de su próximo libro publicado por The Guardian, Paul McCartney reflexionó sobre los difíciles años que siguieron a la separación de The Beatles en 1969, cuando tenía apenas 27 años y enfrentaba una profunda depresión.
McCartney recordó cómo los rumores sobre su supuesta muerte se intensificaron mientras el grupo se desmoronaba: «El mundo decía que estaba muerto… en muchos sentidos lo estaba», escribió el músico británico.
Esta situación lo llevó a refugiarse junto a Linda McCartney y su hija en una granja remota en Escocia. «Nos dijimos: ‘Debemos escapar’. La soledad era justo lo que necesitábamos», señaló.
El ex Beatle describió ese periodo como una etapa de reconstrucción personal y artística, en la que aprendió oficios rurales y recuperó el placer de crear sin presiones. «Por primera vez en años, me sentí libre, liderando y dirigiendo mi propia vida», afirmó.
En el texto, McCartney también recuerda el dolor por el fin del grupo y las tensiones con sus compañeros: «Dejar a los Beatles, o que ellos me dejaran a mí, fue muy difícil porque era mi trabajo de vida. Cuando terminó, pensé: ‘¿Y ahora qué hacemos?'».
El músico, hoy de 83 años, revela que de esa etapa nació su primer álbum solista, McCartney (1970), y canciones como «Maybe I’m Amazed«, inspiradas en su amor por Linda. «Era mi manera de decir que aún no me había rendido. Era un tipo de continuidad», escribió.