Después de ser protagonista de una aventura digna de ser contada, el cuadro ‘Naturaleza muerta con guitarra’ será expuesto este miércoles 5 de noviembre en Granada. La obra, firmada por Pablo Picasso, debía haber llegado a la ciudad para formar parte de … la muestra ‘Bodegón: La eternidad de lo inerte’, que de hecho se inauguró el pasado 9 de octubre, pero no llegó a tiempo a su destino.

Desapareció, se especuló mucho con la posibilidad de que hubiera sido robada y finalmente se descubrió que nunca había salido de su punto de partida, Madrid. Tras una intensa investigación, la Policía Nacional la descubrió en el portal del edificio de donde debía salir y una vecina la subió a su casa, sin saber de qué se trataba, pensando que era un paquete que alguien había pedido por correo o mensajería.

Ha habido elementos realmente extraños en esta historia con final feliz. El cuadro, junto a otros que tenían como destino la muestra pictórica organizada por la Fundación CajaGranada, esperaba su turno para ser cargado en una furgoneta que partió hacia su destino. No se comprobó fehacientemente entonces, pero el Picasso no estaba.

Tanto esa Naturaleza muerta con guitarra, una pintura de pequeño formato que el artista malagueño pintó en 1919, como otros que también tenían que ser transportados a la vez, pertenecen a un coleccionista privado que vive en la avenida Pío XII. Lo acordado era que toda la mercancía fuera depositada esa noche en una almacén para, al día siguiente, salir hacia Granada.

El furgón que hacía el transporte salió de la capital de España a las cuatro de la tarde pero no hizo el viaje de un tirón, sino que decidió pasar la noche en Deifontes, a 25 kilómetros de Granada. Paró allí a las ocho de la tarde, algo que resultó entonces muy extraño porque esa distancia se cubre en menos de media hora.

La ‘conexión Deifontes’

En vez de llegar a Granada y pernoctar allí, los dos ocupantes del vehículo decidieron pasar la noche en el hostal El Nacimiento, en una habitación doble que nunca ocuparon los dos juntos. Según su testimonio, hicieron turnos y mientras uno descansaba en la cama, otro vigilaba la mercancía desde dentro del coche.

Eso hizo sospechar que el cuadro hubiera sido sustraído en Deifontes, pero en la furgoneta había otra mercancía igual de valorada en el mercado. ¿Se trataba de un robo por encargo?, se preguntaron algunos especialistas. A la Policía Nacional, en concreto la brigada de Patrimonio Histórico, se le acumulaban las hipótesis.

Pero al final, la solución al enigma era bastante más sencilla y menos traumática: no había robo, por lo que no se tendría que investigar la autoría, localizar el cuadro y devolvérselo a su dueño. Tampoco se extravió por el camino, ni desapareció en Deifontes o se la quedó alguno de los transportistas. Simplemente, nunca llegó a subirse al furgoneta ni salió de Madrid.

Hasta el 11 de enero podrá contemplarse en la sala de exposiciones temporales del Centro Cultural CajaGranada, entidad que ha especificado que el horario de visita de la muestra es de martes a sábado de 11 a 14 horas y de 18 a 20 horas. Por su parte, los domingos y festivos, la exposición abre de 11 a 14 horas, mientras que el lunes permanecerá cerrada.

La exposición «ofrece un viaje por dos de los momentos clave en la historia de la naturaleza muerta, el siglo XVII y el siglo XX, mostrando cómo los objetos inanimados han servido durante siglos como espejo de las preocupaciones humanas, la espiritualidad y la belleza cotidiana«, destaca la fundación.