El Covirán se ha armado rápido a pesar de la incertidumbre que pasó al no saber si ocuparía el lugar del Betis en la Liga … Endesa, como así ha sido, o volver a competir en la segunda categoría, la ahora denominada Primera FEB. El club nazarí ha hecho los deberes a falta de la contratación de un jugador franquicia, ese exterior que asuma la anotación y que está en manos del nuevo entrenador Ramón Díaz, que baraja opciones en el mercado americano, de ‘jugones’ estadounidenses que haya visto tanto en la G-League como en el campeonato de México.

La confirmación del fichaje de Luka Bozic redondea el juego interior de la plantilla granadina. Un jugador conocido por la afición tras su paso por el Hiopos Lleida, donde estuvo cedido la pasada temporada. No será fácil acordar su incorporación porque hay que realizar una laboriosa gestión con el Valencia Basket y que Pedro Martínez autorice su salida, para que pase en propiedad al Covirán.

Bozic está orientado hacia la titularidad, para ser el ‘cuatro’ con más minutos, dado que posee calidad y es capaz de aportar en todas las facetas del juego. Es versátil y se mueve bien en el perímetro como ‘tres’ incluso. No tendrá tantos galones como el francés Amine Noua y está lejos de parecerse a Kwan Cheatham, más tirador, o al rocoso Luke Maye. Quizá los seguidores esperaban un tipo con más nombre en ese puesto, pero el Covirán no quiere depender de uno o dos jugadores y opta, en este caso, por la experiencia.

Asimismo, Bozic tendrá la ayuda de Beqa Burjanadze, otro avezado ala-pívot, con 226 partidos acumulados en la Liga Endesa y que dejó el sello de su garra el pasado curso en las filas del Leyma Coruña. Así es que la posición de ‘cuatro’ está bien cubierta. Tablas no le faltan y, encima, a Bozic y ‘Burja’ les podrán ayudar el capitán Pere Tomàs –no ha hecho el club oficial su renovación– y el finlandés Elias Valtonen, más joven pero que ha cuajado en ACB tras su infructuoso paso por el Baxi Manresa y relanzamiento en Granada.

La afición nazarí, por tanto, podrá perdonar la ausencia de un ‘cuatro’ llamativo con dos hombres que garantizan sacrificio y trabajo y otros dos, que siendo ‘tres’, han demostrado ser ‘pegamento’ y sacrificarse por el bloque. Lo que no iba a disculpar el público es que no hubiera un ‘center’ puro contrastado, después de lo que pasó con Rubén Guerrero, al que le vino grande la responsabilidad, y la forzada situación del ‘cuatro’, a la larga lesionado, Jacob Wiley.

De ahí la llegada del estadounidense Zach Hankins, que es el ‘techo’ de la plantilla con 211 centímetros. Tiene nivel de competiciones europeas, aunque la duda que asalta es su adaptación a la ACB, en la que será debutante. También posee mucha experiencia: 29 años, pero ligas como la checa, rumana, israelí o de Puerto Rico aparentan ser de una exigencia menor a la Liga Endesa.

Poderío físico

En cualquier caso, el seguidor puede verse con el nuevo juego interior menos defraudado esta vez. De hecho, Burjanadze mejora en poderío físico a Edgar Vicedo, lesionado casi todo el ejercicio. Algo necesario para justificar la subida en los abonos, que rondan el precio del Barça o Unicaja y superan a Baskonia o Murcia, éstos con competición europea incluida, aunque en el Martín Carpena o el Buesa Arena haya que ver el baloncesto casi con prismáticos.

Los relevos para Hankins serán Babatunde Olumuyiwa y el campeón mundial de 3×3 Iván Aurrecoechea, que tenía contrato en vigor. La presencia de ‘Tunde’ aporta el perfil del interior musculoso, maduro por sus 33 años, de energía y atleticismo al estilo de ‘Petit’ Niang, que pasó por Granada de forma reciente y milita en la segunda división francesa, y el también senegalés que vino hace dos cursos: Malik Dime. Una figura de músculo y físico que se recupera, quizá imprescindible para la intimidación, rebote y puntos cerca del aro. Con 2,05, ‘Tunde’ no es enorme en estatura pero sí en agilidad.

La guinda

El Covirán tiene ya doce de los trece jugadores con los que piensa iniciar la temporada. Los bases Rousselle y Speight, los escoltas Kljajic y Durán, los aleros Valtonen, Munnings y Tomàs, los ala-pívots Bozic y Burjanadze y los pívots Hankins, Olumuyiwa y Aurrecoechea.

El club no ha dado como oficiales todavía a Bozic, a la espera de que Pedro Martínez confirme el permiso aunque hay acuerdo, Speight, que se mantuvo en ‘barbecho’ en función del exterior extracomunitario, Munnings, cuyo futuro se resolvió desde que este medio adelantara hace unos días que la FIBA dio el visto bueno al ‘transfer’ de Zurbriggen, en la misma situación por su vínculo con el Fuenlabrada, y Tomàs, el capitán y claro nexo del futuro vestuario con el cuerpo técnico y la directiva.