El BBVA ultima el gran anuncio con el que pretende dejar atrás el pinchazo de la opa hostil al Sabadell. Ya el día en que se conoció el resultado —una aceptación del 25%, por debajo incluso del 30% que le permitía seguir adelante con la operación con una segunda opa— el banco anunció que ejecutaría una recompra de acciones “de tamaño significativo”, de la que aún no se conocen detalles. De acuerdo a las cuentas del tercer trimestre que presentó la semana pasada, la entidad dispone de un exceso de capital de 5.000 millones con los que poder engrosar esta macro recompra.
Por el momento, el banco de origen vasco ha indicado que ya ha remitido al Banco Central Europeo (BCE) la petición de autorización para activar esta recompra de acciones. El regulador puede demorarse hasta cuatro meses en decidir, pero las fuentes consultadas esperan una resolución más temprana, en torno a finales de este mes o inicios del siguiente. Hasta ese momento el BBVA no puede desvelar los detalles de esta recompra y fue precisamente la escasez de información al respecto lo que le provocó un castigo en Bolsa el día presentó los resultados.
El banco sí da algunos detalles que permiten calcular por dónde puede estar esta cifra. Al cierre del tercer trimestre contaba con una ratio de capital CET 1 fully loaded del 13,42%, tras haber generado ocho puntos básicos durante el pasado trimestre. Paralelamente la entidad afirma que su intención es distribuir a sus accionistas todo el exceso de capital que supere una horquilla entre el 11,5% y el 12%. De acuerdo a las cifras divulgadas la semana pasada, esto suma 5.000 millones.
En el plan estratégico que publicó en verano, el banco afirmaba que contaba con 13.000 millones para devolver a sus accionistas en el corto plazo, entre dividendos y recompras. Para el plazo total de esta hoja de ruta, a cumplir hasta 2028, esta cifra se eleva a los 36.000 millones.
La entidad apuntaba entonces a una fuerte capacidad de generación de capital para los próximos años, en la que se basaban los pagos a los accionistas. Detalla que alcanzará unos 49.000 millones de capital CET 1, con 39.000 millones de generación de capital. De este modo, espera dedicar 13.000 millones de ese capital a crecimiento, a los que se suman esos 36.000 millones disponibles en retribuir a los accionistas, divididos en 24.000 millones por los resultados ordinarios y 12.000 millones de exceso de capital.
El banco ya ha dado algunos pasos en reactivar su ritmo de retribución a sus accionistas. Ya ha reactivado el programa de recompras que congeló por el lanzamiento de la opa, por 1.000 millones. También ha aprobado el pago del dividendo a cuenta del año, por importe de 32 céntimos de euro brutos por acción, un 10% más que el abono del año pasado. En total, el banco entregará 1.842 millones de euros en efectivo a sus accionistas, con cargo a los resultados de 2025, un porcentaje de entre el 40% y el 50% del beneficio neto. Realizará el pago el 7 de noviembre.
Este pago se complementará con un segundo, un dividendo complementario. El banco suele realizar este abono a principios del año siguiente, después de que lo apruebe la junta de accionistas. En el pasado ejercicio pagó por este medio 41 céntimos y 29 en el dividendo a cuenta, que disparó un 27%. En 2023, desembolsó 16 céntimos a cuenta y 39 en el extraordinario; en 2022, 12 y 31 céntimos; y en 2021, 8 y 23.
El mercado está reconociendo la estrategia elegida por el BBVA desde el fracaso de la opa. Sus títulos suben en Bolsa más del 11% desde que se conoció el resultado de la oferta. Un informe de Bank of America publicado este martes apuntala estas alzas bursátiles al elevar un 8% su precio objetivo y pondera que tiene una hoja de ruta centrada en el crecimiento y las distribuciones a los accionistas. Considera que, teniendo en cuenta su rentabilidad del 22% (medida como ROTE, rentabilidad sobre capital tangible), cotiza con descuento frente a sus competidores, así como apunta a sus buenas perspectivas en los tres mercados en los que está presente, España, México y Turquía.