La decisión del presidente de Telefonica, Marc Murtra, de recortar a la mitad el dividendo de la teleoperadora ha tenido consecuencias para los ingresos que perciben sus principales accionistas. El BBVA y La Caixa, sus dos socios históricos, percibirán unos 127 millones menos al año entre ambos por la reducción en los pagos. Además, los otros dos grandes accionistas, la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) y el grupo saudí STC, por su parte, dejarán de embolsarse unos 90 millones cada uno.

La principal medida de la hoja de ruta decretada este martes por Murtra es reducir el dividendo de 0,3 euros a 0,15 a partir de 2026. La teleco pasará de hacer dos pagos al año, uno en diciembre y otro en junio del año siguiente, a uno solo por 0,15 euros, que empezará a pagarse en junio de 2027 (pero con cargo a los resultados de 2026). Los accionistas sí recibirán los dos pagos previstos con cargo a los resultados de este año, que se realizarán en diciembre y en junio del año que viene. Para los ejercicios de 2027 y 2028 el dividendo estará referenciado a un rango de entre el 40% y el 60% del flujo de caja libre, pero previsiblemente será inferior a los 0,3 euros.

Esto supondrá una merma en los ingresos de los principales accionistas. En los últimos años la teleco ha creado un núcleo duro accionarial, que controla el 35% del capital. El grupo STC, que irrumpió en el capital en 2022, cuenta con un 10%, por un porcentaje igual de la SEPI, que desembarcó en el accionariado al calor de la llegada de los saudíes. En ese momento, Criteria Caixa también decidió duplicar su peso en el capital, del 5% al 9,9%. El BBVA, por su parte, ha decidido conservar su 5% ante este aumento de poder del resto de accionistas.

El banco vasco, por tanto, pasará de embolsarse 85 millones al año a unos 42 millones. La cantidad es pequeña en una entidad que en 2024 obtuvo un margen bruto de 35.481 millones y cerró el tercer trimestre de este año con un activo por 813.000 millones. Los pagos de una empresa siempre generosa con sus accionistas han supuesto un ingreso complementario para el banco relevante en momentos como los meses de caídas en los tipos de interés.

En cuanto a la otra entidad financiera presente en su accionariado, Criteria Caixa, pasará de obtener de Telefónica 170 millones al año a 85 millones. El universo Caixa ha sido también un accionista histórico de la gran empresa española de telecomunicaciones. Hasta el año pasado, ostentaba esta participación a través del banco, CaixaBank. Sin embargo, con la presión del Banco Central Europeo (BCE) de que los bancos se desprendan de sus inversiones industriales, la entidad vendió en mercado sus acciones al tiempo que Criteria Caixa —el brazo financiero de la fundación y dueño del 30% del banco— adquiría estos títulos.

Para el holding que pilota Isidro Fainé el dividendo es clave. Tradicionalmente su estrategia inversora se ha basado en empresas con una generosa política de pagos a sus accionistas, a través de la cual busca financiar la obra social de la fundación. Con la decisión de Murtra pasará de recibir 170 millones anuales a 85 millones. Fuentes próximas a Criteria Caixa indican que este recorte ya estaba incluido a sus modelos y que su compromiso con la compañía es a largo plazo, de modo que se han mantenido en el capital en momentos con el dividendo más alto y también con pagos más reducidos.

En cuanto al resto de accionistas, también la SEPI y STC pasarán de embolsarse 170 millones a 85 millones al año. En total, la suma del ente público, la sociedad saudí, Criteria y el BBVA resulta en unos 300 millones de resta conjunta. Fuera de este núcleo duro, el principal accionista es el fondo de inversión BlackRock. El mayor vehículo del planeta pasará de cobrar unos 80 millones a unos 40.