La temporada de gripe ha comenzado en España y, aunque no se espera que sea una temporada especialmente intensa, sí estará marcada por la convivencia con otros virus respiratorios como el COVID-19 y el Virus Respiratorio Sincitial (VRS).»En los últimos días, se ha producido un aumento significativo de casos de …
La temporada de gripe ha comenzado en España y, aunque no se espera que sea una temporada especialmente intensa, sí estará marcada por la convivencia con otros virus respiratorios como el COVID-19 y el Virus Respiratorio Sincitial (VRS).
«En los últimos días, se ha producido un aumento significativo de casos de infección respiratorias aguda (IRAs) reportados en atención primaria, lo que evidencia el comienzo de la época epidémica de virus respiratorios», afirma Estanislao Nistal, doctor en Virología, investigador y profesor de Microbiología en la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo.
La semana 43/2025 (del 20 al 26 de octubre de 2025), la tasa de Infección Respiratoria Aguda (IRA) en Atención Primariaa nivel nacional fue de 418,6 casos por cada 100.000 habitantes, habiendo superado en la 39/2025 el umbral epidémico y presentando una intensidad baja. Estas cifras se sitúan algo por debajo de las del inicio de la temporada 2024-2025, con 470,1 casos por cada 100.000 habitantes en la semana 43/2024.
A nivel regional, la incidencia de Infección Respiratoria Aguda (IRA) en Atención Primaria en Cataluña fue de 499,9 casos por cada 100.000 habitantes en la semana 43/2025, por encima de la media nacional.
El aumento de los casos de gripe y resfriados en esta época del año se puede explicar por tres variables. Por un lado, las partículas virales sobreviven mejor a temperaturas bajas. Por otro lado, las fluctuaciones de temperatura y humedad hacen que las vías respiratorias estén más vulnerables. Por último, con la llegada del frío, aumentan las actividades e interacciones personales en espacios cerrados y, muchas veces, mal ventilados, lo que favorece los contagios.
Previsiones para la temporada de gripe 2025-26
«Tradicionalmente, en España la época de más impacto de virus respiratorios se da entre noviembre y marzo. A priori, no se espera que esta temporada de gripe sea atípica en cuanto a las fechas ni especialmente intensa en comparación con otros años», explica Nistal. «El balance de la temporada depende de su intensidad, pero también de su duración. Por ejemplo, en la temporada 2024-2025 el pico de contagios ocurrió a finales de enero, pero fue menos intenso que las temporadas anteriores. Aunque no se alcanzaron picos tan altos de contagios, la temporada fue más larga, por lo que el número de casos totales fue mayor».
«Para este año, basándonos en lo ocurrido en el hemisferio sur, donde la temporada de gripe (de mayo a principios de octubre) está finalizando, podemos esperar una temporada de gripe moderada, similar a la de años anteriores, con un aumento importante de los casos entre finales de diciembre y febrero», añade.
Convivencia de virus y diagnóstico diferencial
Para el doctor Estanislao Nistal, «una de las características más significativas de esta temporada será la cada vez mayor percepción y capacidad de diagnosticar no solamente la gripe. Existen en convivencia al menos tres virus respiratorios con síntomas y vías de transmisión similares: los virus causantes dela gripe estacional, el SARS-CoV-2 y el virus respiratorio sincitial (VRS), a los que se unen los diferentes virus del resfriado común. Esto es algo que ya vivimos el año pasado y que coloquialmente se bautizó como tripledemia».
«Esta convivencia de virus, junto con bacterias respiratorias oportunistas, puede resultar en coinfecciones, especialmente peligrosas para las personas más vulnerables, lo que resalta la necesidad de un diagnóstico diferencial», añade. Saber identificar los diferentes síntomas y el virus al que nos enfrentamos puede resultar crucial para poder aplicar el tratamiento indicado cuanto antes y evitar complicaciones», concluye el experto.
Tratamiento temprano y completo con antigripales: clave para el alivio y la contención
La gripe, el resfriado común, el VRS y el COVID son enfermedades diferentes, causadas por virus diferentes, pero pueden presentar síntomas similares: tos, congestión nasal, fiebre, malestar, etc.
«Para aliviar estos síntomas y evitar complicaciones de salud, es recomendable tratarlos desde su aparición y de una manera completa», explica Joaquín López, farmacéutico.
Existen medicamentos antigripales sin receta que ofrecen un abordaje completo de los diferentes síntomas, gracias a diferentes combinaciones entre diversos principios activos, como:
- Paracetamol, que actúa frente al dolor y la fiebre.
- Dextrometorfano, para calmar la tos seca.
- Pseudoefedrina, para la congestión nasal.
- Cafeína, que combate el decaimiento.
- Clorfenamina, para la secreción nasal y los estornudos.
- Vitamina C, que ayuda a la reparación de los tejidos.
«Es importante resaltar que, ante la aparición de síntomas compatibles con gripe o algún otro virus respiratorio, desde la farmacia podemos actuar como primer punto de contacto con los pacientes para asesorarles y resolver dudas sobre su tratamiento, especialmente en momentos de colapso de los centros médicos», añade.
Reducir los contagios está en manos de todos
La vacunación es la medida más eficaz para prevenir las infecciones respiratorias, aunque también es recomendable tener en cuenta las siguientes medidas higiénicas y de prevención:
- Lavarse las manos con frecuencia.
- Evitar tocarse los ojos, nariz y boca.
- Ventilar periódicamente los espacios cerrados.
- No reutilizar los pañuelos desechables.
- Evitar el contacto con personas enfermas.
- En caso de tener síntomas, es recomendable utilizar mascarilla y limitar el contacto con otras personas, especialmente con niños, personas mayores o personas con enfermedades crónicas.
- Taparse la boca al toser o estornudar.
Los virus respiratorios se transmiten a través de las gotículas que una persona infectada libera al toser o estornudar y son inhaladas por otras personas. Por tanto, como recuerda el doctor Nistal, «además de aliviar al paciente, tratar los síntomas del resfriado y de la gripe desde su aparición, reduciendo toses y estornudos debería de ayudar a reducir la propagación de estos agentes infecciosos. Si tosemos y estornudamos menos, hay menos posibilidades de que contagiemos a los que nos rodean.» En cualquier caso, ante la aparición de síntomas compatibles con alguna infección respiratoria, es recomendable consultar con un profesional sanitario para que pueda valorar la situación.